miércoles, 23 de junio de 2010

Médicos merideños paralizan actividades solicitando libertad de Galeno preso

Médicos merideños paralizan actividades solicitando libertad de galeno detenido

Euro Lobo  CNP: 12.112

El pasado lunes el médico Manuel Brito, cursante del 2do año de postgrado del servicio de Ortopedia y Traumatología del Instituto Hospital Universitario de Los Andes, fue detenido en una acción claramente inconstitucional, cuando miembros de un Consejo Comunal revisaron sus pertenencias y presuntamente hallaron material medico perteneciente a la institución.
El procedimiento se hizo fuera de los cánones legales, pues los integrantes del Consejo Comunal irrumpieron sin orden judicial y revisaron “a lo vaquero” las pertenencias del galeno que se encontraba de guardia en el centro hospitalario, descubriendo material medico que él profesional mantenía en custodia, ya que en la señalada institución no existe depositario, por lo que el material de ese tipo, es custodiado por los mismos médicos, so peligro de que pueda ser hurtado por los mismos pacientes o visitantes.
Esta acción totalmente ilegal ha enardecido los ánimos de los médicos merideños, que la mañana de este miércoles han acordado “Suspender las actividades de consulta, Cirugías electivas, y revistas médicas asistenciales y administrativas, como medida de solidaridad con el Dr. Brito, sus familiares y la sociedad médica del IAHULA”.
Así lo hicieron saber a través de un comunicado suscrito por los integrantes de “SOCIEDAD DE MÉDICOS INTERNOS, RESIDENTES Y ESPECIALISTAS DE EL HOSPITAL SOR JUANA INES DE LA CRUZ”, segundo hospital en importancia del estado Mérida.
De la misma forma acordaron los galenos “Solicitar un voto de censura, ante el Colegio de Médicos del Estado Mérida, para los Dres. Sergio Sepulveda, Carlos Marin y Alexis Rosas, declarándolos personas non gratas, de nuestra sociedad, por cuanto avalan, en conocimiento de causas o por omisión, las medidas tomadas en contra del profesional arriba citado”.
Los médicos visiblemente afectados manifestaron que éstas medidas se mantendrán “hasta que sea del conocimiento público y gremial la libertad plena del Dr. Manuel Brito”.

A continuación se reproduce el comunicado integro:

Mérida 23 de junio de 2010

COMUNICADO

Por medio de la presente, y en pleno ejercicio de sus facultades, la “SOCIEDAD DE MÉDICOS INTERNOS, RESIDENTES Y ESPECIALISTAS DE EL HOSPITAL SOR JUANA INES DE LA CRUZ”
Considerando:
Las acciones tomadas contra el Residente de 2do. Año de Postgrado del Servicio de Ortopedia y Traumatología del IAHULA Dr. Manuel Brito, acusado injustamente de robo de material quirúrgico de dicha institución. Especialmente cuando es del conocimiento de las autoridades de la institución que uno de sus deberes incluye el cuidado personal de el mismo.
Acuerda:
Suspender las actividades de consulta, Cirugías electivas, y revistas médicas asistenciales y administrativas, como medida de solidaridad con el Dr. Brito, sus familiares y la sociedad médica del IAHULA.
Declararnos en asamblea permanente en vista de las medidas agresivas y difamatorias tomadas en contra del galeno antes mencionado.
Solicitar un voto de censura, ante el Colegio de Médicos del Estado Mérida, para los Dres. Sergio Sepulveda, Carlos Marin y Alexis Rosas, declarándolos personas non gratas, de nuestra sociedad, por cuanto avalan, en conocimiento de causas o por omisión, las medidas tomadas en contra del profesional arriba citado.
Las mencionadas medidas se mantendrán hasta que sea del conocimiento público y gremial la libertad plena del Dr. Manuel Brito.

Por la sociedad:
Dr. Eduardo Ruette
Presidente SMIREHSJIC
Dr. Carlos Villavicencio
Vicepresidente SMIREHSJIC

Muere enfermera de famosa foto del beso tomada en Times Square

TENÍA 91 AÑOS

Muere enfermera de famosa foto del beso tomada en Times Square

LOS ÁNGELES. La enfermera que se hizo famosa al ser retratada 1945 mientras la besaba un marino estadounidense en Times Square, Nueva York, para celeberar el final de la Segunda Guerra Mundial murió a la edad de 91 años, informó el martes su familia. 
por Reuters
La fotografía del Día de la Victoria en la que Edith Shain aparece vestida de blanco fue capturada por Alfred Eisenstaedt en un momento épico de la historia de Estados Unidos y se convirtió en un ícono de la celebración del fin de la guerra en todo el mundo luego de que fue publicada en la revista Life. 

La identidad de la enfermera en la fotografía permaneció desconocía hasta fines de la década de 1970, cuando Shain le escribió al fotógrafo diciendo que ella era la mujer de la imagen tomada el 14 de agosto, en una época en la que ella trabajaba en el Hospital Doctor en la ciudad de Nueva York. 

La identidad del marino ha sido disputada y no se ha resuelto. 

Desde entonces, la fotografía también marcó la vida de Shain debido a que la fama que consiguió la llevó a recibir invitaciones para participar en eventos relacionados con la guerra como ofrendas florales, desfiles y otros eventos conmemorativos. 

"Mi madre siempre estuvo dispuesta a aceptar nuevos desafíos y su preocupación por los veteranos de la Segunda Guerra Mundial le dio energías para buscar hacer una diferencia", dijo su hijo Justin Decker en un comunicado. 

Shain, quien murió el domingo en su casa en Los Angeles, deja a tres hijos, seis nietos y ocho bisnietos.
22 de Junio de 2010 23:01




Tomé este artículo y pensé en compartirlo con Ustedes, pues esta imagen, ícono de la fotografía moderna, ha marcado tanto mi carrera como Reportero gráfico que al visitar la ciudad de San Diego, quise inmortalizar la estatua que en honor a ésta fotografía construyesen…

martes, 22 de junio de 2010

Pdte de Cámara de Comercio en Mérida se pronuncia

LOS EMPRESARIOS NO SOMOS  ENEMIGOS DEL GOBIERNO


****Así lo considera César Guillén Lamus, Presidente de la Cámara de Comercio de Mérida ante la reiterada intención del gobierno de juzgarlos, y al contrario son los que producen y generan empleo ante la ineficiencia de quienes manejan las Empresa del Estado.



(Prensa CACOIME, G.C. CNP. 2229).----“El Empresariado venezolano a pesar de la difícil coyuntura socio, política, económica que se vive en Venezuela, genera empleos directos e indirectos, procura reactivar diariamente el aparato económico productivo del país, generando oportunidades sin distingos de clase o posición y gracias a su esfuerzo, el pueblo consigue aún parte de los productos que necesita en sus hogares, por lo que no podemos ser catalogados como factores determinantes en el devenir político cotidiano”.



Así se expresa el Presidente de la Cámara de Comercio e Industria del Estado Mérida, César Guillén Lamus, manifestando que los empresarios en Venezuela a pesar de las controversiales políticas económicas que dicta el gobierno, somos hombres y mujeres que desde nuestras empresas, indistintamente del ramo, día a día, ofrecemos nuestro concurso en pro del desarrollo integral del país, un esfuerzo que no tiene cariz político por lo que no se nos puede juzgar bajo esos términos como lo pretende expresar el gobierno de turno.



Los empresarios, recalcó, hemos demostrado eficiencia productiva, lo cual nos da la credibilidad en la comunidad que nos rodea ante el elevado grado de ineficiencia demostrada por quienes están al frente de las empresas que a la fuerza hoy pertenecen al Estado Venezolano.



No queremos enfrentamientos con el gobierno sea regional o nacional, no caeremos en el tema político partidista, y por el contrario, queremos que el sector oficial, nos permita presentarle nuestras propuestas para mejorar la productividad y así permitirle a los consumidores beneficios y calidad, que volvamos a la Venezuela que producía y era capaz de satisfacer la demanda de productos, que nos dejen trabajar y cese de buscarnos como sus enemigos políticos porque no lo somos.



Nuestro trabajo es producir y generar empleos, por lo que esta confrontación es innecesaria y carente de todo sentido común, es ilógico atacar a quien produce, solo con la intención de ocultar la ineficiencia oficial que está a la vista de todos, porque hasta ahora solo tenemos como resultado que los perjudicados somos todos los que no conseguimos los alimentos ni disfrutamos de los servicios públicos de manera efectiva, finalizó diciendo, César Guillén Lamus, Presidente de la Cámara de Comercio e Industria del Estado Mérida.



21.06.2010

COMUNICADO DE LA ALIANZA REGIONAL PARA LA LIBERTAD DE EXPRESION E INFORMACIÓN SOBRE LA SITUACIÓN EN VENZUELA


COMUNICADO DE LA ALIANZA REGIONAL PARA LA LIBERTAD DE EXPRESION E INFORMACIÓN SOBRE LA SITUACIÓN EN VENZUELA

La Alianza Regional para la Libertad de Expresión e Información denuncia y condena ante la opinión pública del continente americano, la reciente escalada contra las libertades informativas emprendida por el gobierno de Venezuela, que se manifiesta principalmente en los siguientes hechos:  

1.    A finales del mes de mayo del 2010, el Tribunal 25º de Control de Caracas, ordenó el inicio de un juicio contra Oswaldo Álvarez Paz, ex gobernador del estado Zulia y ex candidato a la presidencia de la República, por la supuesta comisión de los delitos de difusión de información falsa e instigación pública al odio.

Álvarez Paz emitió opiniones críticas al gobierno venezolano en un programa del canal Globovisión, señalando que existía preocupación en la comunidad internacional por una serie de indicios que vinculaban a dicho gobierno con organizaciones terroristas y de tráfico ilícito de drogas. Se trata en estricto de un caso en el que se imputa a un opositor del gobierno, la emisión de opiniones, aunque urticantes o incómodas, protegidas por la libertad de expresión en el ámbito del debate político, estándar establecido por la Corte Europea de Derechos Humanos desde el caso Lingens Vs. Austria y asumido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en varios fallos.
       
2.    El 1 de junio del 2010 se publicó el Decreto Nº 7.454, a través del cual el presidente venezolano creó el Centro de Estudio Situacional de la Nación (CESNA). El Decreto otorga al Director de la CESNA la facultad discrecional de declarar el carácter de reservada, clasificada o de divulgación limitada a cualquier información, hecho o circunstancia” en su poder (art. 9º) y en ese contexto, recopilar de la sociedad cualquier información que dicho funcionario considere de interés nacional (art. 3º).

Esta norma vulnera la exigencia de que toda excepción a un derecho fundamental, como es el caso del acceso a la información pública y la libertad de expresión, debe estar establecida de manera expresa en una ley del Congreso, conforme al artículo 25º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. El contexto de contradicción a la democracia en el que dicta este Decreto presidencial, junto a la discrecionalidad anotada y la ambigüedad de sus términos, lo convierten sin lugar a dudas en un peligroso instrumento para la ya quebrantada vigencia de las libertades informativas en Venezuela. 

3.    La primera semana de junio en el marco de la XL Asamblea General de la OEA, el gobierno de Venezuela intentó que se aprobara una resolución en la que se condicionaba la participación de la sociedad civil en este organismo, a lo que establezca la legislación interna de los países miembros. Esta pretensión, que gracias a la oposición de la sociedad civil de las Américas y de la opinión mayoritaria de los gobiernos no se aprobó, se encontraba en la línea de limitaciones que ya se aplican en Venezuela contra organizaciones civiles defensoras de los derechos humanos y que denuncian la corrupción.

4.    A inicios de la segunda semana de junio del 2010, el Tribunal 5º de Juicio de Valencia condenó al periodista Francisco Pérez a la pena de prisión por tres años y nueve meses, inhabilitación política y prohibición de ejercer el periodismo, así como una multa superior a 18 mil dólares. El periodista fue denunciado por un el alcalde de dicha ciudad, que también es miembro del partido gubernamental, por haber publicado una nota periodística en la que daba cuenta de la existencia de nepotismo en el municipio que gobierna.

Además de la evidente desproporción de la condena nos encontramos ante una sentencia por desacato, figura penal rechazada por la Corte y la Comisión interamericanas de Derechos Humanos, por ser contraria al principio de igualdad y la libertad de expresión, porque otorga una protección privilegiada al honor de los funcionarios públicos frente a las críticas de los ciudadanos por el ejercicio de sus funciones.

5.    El 14 de junio, el gobierno venezolano intervino el Banco Federal de propiedad de Nelson Mezerhane, principal accionista del canal Globovisión, que mantiene una línea editorial crítica al gobierno. El Banco es acusado por “falta de liquidez” situación que ha sido negada por Mezerhane. Este hecho se suma a la persecución judicial que se viene verificando contra el otro accionista principal del canal Globovisión, Guillermo Zuloaga, quien desde mayo del 2009 soporta junto a su hijo una acusación por los delitos de “usura genérica” por presumir que se dedicaban a la especulación de precios en la venta de automóviles.

En marzo del 2009 Zuloaga fue detenido luego de ser acusado por diputados oficialistas de “vilipendio” al presidente venezolano, a quien Zuloaga responsabilizó por las muertes de manifestantes en el 2002, en el marco de la Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa. Zuloaga y su hijo se encuentran en la clandestinidad desde la semana pasada, luego de que se ordenara la detención de ambos pocos días después que el presidente venezolano increpara públicamente a la justicia por permitir que Zuloaga estuviera en libertad.   

Para la Alianza Regional para la Libertad de Expresión e Información, la valoración conjunta de todos estos hechos generan certeza sobre voluntad del gobierno venezolano de eliminar la prensa independiente, criminalizar las opiniones críticas u opositoras y ejercer un inaceptable control gubernamental sobre la información que debe circular en Venezuela.

Estos hechos forman parte de un proceso creciente de deterioro de la democracia iniciado hace once años en el hermano país. Llamamos la atención que, en buena medida, esta situación ha sido y viene siendo posible por la complacencia de algunos Estados y organizaciones civiles que condicionan la defensa de la democracia y las libertades informativas a la ideología que profesan sus violadores.

Siendo ello así, la Alianza Regional para la Libertad de Expresión e Información, llama a la condena general contra las agresiones a la democracia y a las libertades informativas en Venezuela. Expresa su solidaridad con el pueblo venezolano, sobre todo con los periodistas víctimas de agresiones gubernamentales y anuncia que se mantendrá vigilante del desarrollo de los acontecimientos en el hermano país.   

  


viernes, 18 de junio de 2010

HOMILIA EN OCASIÓN DE LA VISITA DE LA RELIQUIA DE DON BOSCO A MÉRIDA EN LA SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI, A CARGO DE MONS. BALTAZAR ENRIQUE PORRAS CARDOZO, ARZOBISPO METROPOLITANO DE MERIDA.


Catedral Basílica de Mérida, 6 de junio de 2010.
 


Queridos Hermanos

No puedo ocultar la emoción que nos embarga, a ustedes y a mí, por estar en esta mañana compartiendo la Eucaristía y recibiendo en esta Catedral Basílica de Mérida la reliquia de San Juan Bosco que recorre nuestro continente, dejando tras de sí la huella de su carisma, que nos reclama el servicio a la juventud y a los más pobres.

Hoy, también, se cumple un sueño. Lo tuvo hace siglo y medio Don Bosco, ansioso de llegar con el bálsamo del pan material, el cariño de la acogida y el suave rostro de Jesús que invitaba a seguirlo, para dar vida a quienes se cobijaron bajo su manto.

El sueño de tener presente a Don Bosco, física y espiritualmente, en estas tierras andinas lo acarició en su corazón y su mente hace más de un siglo, el Padre Jesús Manuel Jáuregui Moreno. Desde su curato de Mucuchíes y más tarde desde el Colegio Sagrado Corazón de Jesús de La Grita deseó que aquella obra estuviera bajo la égida de los hijos de Don Bosco. Peregrinó hasta Turín en compañía de Mons. Román Lovera, cuando se dirigían a Roma en Visita ad limina. Aquella manera de educar a la juventud lo sedujo. Con razón ha sido llamado el Bosco de América.

Es el sueño de todos los que aquí estamos. Gracias, Don Bosco por venir a reanimar en nosotros la opción preferencial por los jóvenes y por la presencia de tus hijos e hijas espirituales que están arraigados entre nosotros en obras educativas, pastorales y sociales llevadas adelante por sacerdotes, religiosas y una pléyade de exalumnos y laicos animados por el carisma del santo turinés.

La presencia de la réplica de la imagen de Don Bosco que contiene sus reliquias, -como escribe el Rector Mayor-, es una ocasión ara tomar en las manos su vida, imitar su fe y su amor al Señor, y continuar el trabajo educativo, evangelizador y misionero con los jóvenes, sobre todo los más pobres, escuchando sus gritos y atendiendo a sus desafíos.

Puede llamar la atención que hoy, solemnidad del Corpus Christi estemos recibiendo la reliquia de Don Bosco. Pudiera parecer a algunos que opaca la centralidad de la Eucaristía. Al contrario, es ocasión privilegiada para observar que no hay eucaristía sin don del Señor, pero tampoco, sin entrega al hermano necesitado. El misterio de la bondad y ternura de Dios tiene rostro concreto: el joven. Es la palabra evangélica: quien acoge a un niño como éste en mi nombre, a mi me recibe.

El pan y el vino de la eucaristía tienen dos caras. Una que mira hacia arriba. Como Melquisedec tomamos algo nuestro, el pan y el vino, y lo ofrecemos a Dios. Es el reconocimiento de que todo lo que tenemos es regalo de la bondad de Dios, y damos gracias por ello. Es el culto que tributamos al Señor. La vida de Don Bosco está plagada de anécdotas que nos narran su aprendizaje personal de dar culto a Dios. A los pies de su mamá Margarita, aprendió a orar y a unirse a sus hermanos en la recitación de oraciones y el Rosario. Es el ir haciendo realidad que el mejor ofrecimiento no es ya pan y vino, sino su propia vida.

Los años de formación en el Seminario y sus primeras experiencias como joven sacerdote, lo llevó a internalizar las palabras que repetimos en la Eucaristía: esto es mi cuerpo que se entrega…Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre. Es la segunda cara del pan y el vino: una vida que se entrega a Dios, desde luego, pero que se entrega por ustedes. La Eucaristía no es sólo hacer presente a Jesús, sino hacerlo presente entregándose, muriendo: es el eco, vivo y vivificante, de la muerte redentora de Jesús.

Hoy, aquí, ante la reliquia de Don Bosco, todos somos invitados a renovar las dos caras de la Eucaristía: culto a Dios y entrega al hermano. Sintámonos impelidos a hacerlo realidad en el hoy de nuestras vidas. La juventud de hoy clama por una vida más digna, por un acompañamiento que los aleje del vicio, el licor, la droga. Pero, sobre todo que los acompañe en no dejarse seducir por el canto de sirena de la prepotencia, la violencia, la invitación a la guerra y a la muerte que les ofrece convertirlos en héroes de la patria. ¡No! Los necesitamos héroes de la vida cotidiana; constructores de una sociedad más justa, fraterna y cristiana. Que su educación sea para servir, para dar lo mejor de sí, en una sociedad en la que quepamos todos, sin exclusión, sin odios, sin rencores. Con la alegría y la esperanza a flor de labios, como lo vivió hasta su último suspiro Don Bosco.

Hagamos nuestra la invitación del evangelio de hoy. No seamos como los discípulos que ante la muchedumbre sedienta y hambrienta le recomiendan a Jesús que los despida. Que se vayan a buscar alojamiento y comida porque aquí estamos en descampado. Es la tentación permanente de cada uno de nosotros. Estamos hechos para ver la vida desde nuestros intereses; cuando algo nos desagrada, nos cuesta o nos complica la existencia, automáticamente la desechamos. Si Don Bosco hubiera hecho lo mismo ante la miseria y el desamparo que palpó a su alrededor, no lo tendríamos aquí. Hubiera pasado sin pena ni gloria.

Recibamos el reproche del Señor a los discípulos como una llamada de atención; mejor, como una bofetada a cada uno de nosotros. Mándenlos a que se sienten en el suelo, lo más cómodo posible, y denles ustedes de comer. Pero, si no tenemos más que cinco panes y dos peces. No importa, repartan que va a sobrar. Y así fue.

En este desplante, en esta absurda propuesta de Jesús, está la clave de lo que la Iglesia nos pide en este día del Corpus y del paso de la reliquia de Don Bosco. Que no desconectemos la vida ordinaria del proyecto maravilloso de Jesús. Existe una relación profunda con los gozos y esperanzas, los dolores y problemas de la gente, el saciar el hambre y la sed, no sólo la material sino también la espiritual. Hoy venimos a alimentarnos primero con la Palabra y luego con el Cuerpo y la Sangre del Señor; pero, a la vez, hay otras necesidades materiales importantes que saciar. Hay que cubrir la gama completa de nuestras indigencias.

La experiencia del Oratorio fue desde sus inicios, una escuela de la doble cara de la Eucaristía. Y sabemos que no estuvo exenta esta modalidad de la incomprensión de algunos. Don Bosco siguió el sendero de Jesús. El no viene a suplir nuestra desidia, ni dejemos al Señor que haga el milagro que no cuenta con nuestro sacrificio y constancia. El quiere que nos impliquemos, tanto en la toma de conciencia del problema como en la búsqueda de la solución. Darles de comer, quiere decir que nosotros debemos aportar lo que tengamos, aunque solo sean cinco panes y dos peces. Luego El, sobre nuestra ofrenda pondrá lo que falte, bendecirá nuestra generosidad, hará que nuestros bienes compartidos consigan mitigar el hambre de nuestra gente: hambre de pan, hambre de su Palabra, de su Cuerpo y de su Sangre, hambre de felicidad.

Hoy, se hace realidad un sueño: el de Jesús que nos invita a la Eucaristía. El de Don Bosco que no se amilanó ante las necesidades de los jóvenes de su tiempo. El sueño de todos nosotros de construir un mundo más fraterno y humano, más según el corazón amoroso de Jesús. Estamos en Concilio Plenario y en Misión Continental, en acción permanente de búsqueda, de acogida, de salir al encuentro del hermano necesitado. Que el día de hoy, el paso del Señor Eucaristía y de Don Bosco, sean de alegría y esperanza; que bendigan, multipliquen y potencien nuestro esfuerzo. Es la única manera de que coman todos, se sacien y queden sobras para otros. Que María Inmaculada, auxilio de los cristianos, nos cubra con su manto en este paso del Espíritu por nuestra tierra merideña. Que así sea.

PALABRAS DE MONS. JESÚS GONZÁLEZ DE ZÁRATE, OBISPO AUXILIAR DE CARACAS Y SECRETARIO GENERAL DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA EN EL ACTO DE RECIBIMIENTO DE LA RELIQUIA INSIGNE DE SAN JUAN BOSCO A VENEZUELA


Santuario de Marìa Auxiliadora, Caracas, 25 de Mayo de 2.010

La Iglesia en Venezuela recibe hoy con gran alegría la visita de esta reliquia insigne de San Juan Bosco a nuestro país, organizada con motivo de los ciento cincuenta años de la fundación de la Congregación Salesiana y como preparación a la celebración del Bicentenario de su nacimiento, en el año 2.015. La recibe como solemos hacerlo los venezolanos y venezolanas, con los brazos y el corazón abiertos. Lo hacemos de forma cordial, festiva y hospitalaria tal como estamos acostumbramos los hijos e hijas de esta “tierra de gracia” que es Venezuela.

En vida, Don Bosco soñó estar entre nosotros. No pudo cumplir personalmente ese sueño, pero lo hizo más tarde a través de sus hijos e hijas, quienes desde hace más de cien años han compartido la vida del pueblo venezolano, sus proyectos ilusiones y esperanzas; y también sus problemas y dificultades. Hoy, este hermoso Santuario, testigo secular de esta presencia, construido por sus hijos para honrar a aquella que “lo hizo todo” se viste de fiesta para recibir su reliquia y cumplir ese sueño. Bienvenido Don Bosco a esta tu casa, a la Arquidiócesis de Caracas.  Bienvenido a Venezuela.

En la reliquia y en la imagen de Don Bosco, recibimos a un Padre, a un hermano, a un amigo. Su vida y su mensaje nos resultan familiares. No nos encontramos hoy con un extraño; es alguien cercano, conocido, y, como uno de los nuestros lo recibimos. Los Salesianos de Don Bosco, las Hijas de María Auxiliadora, los Cooperadores Salesianos, los miembros de la Asociación de María Auxiliadora, las Voluntarias y Voluntarios, los Exalumnos y Exalumnas, los muchachos y muchachas del Movimiento Juvenil, las Damas Salesianas, las Hijas del Divino Salvador, las Hijas de los Sagrados Corazones, las Misioneras de Cristo Resucitado, y las múltiples obras emprendidas por la Familia Salesiana, que tanto bien han hecho a nuestra Patria y a nuestra Iglesia, - bien que no podemos menos que agradecer públicamente en esta solemne ocasión-, nos lo han hecho conocer, y son hoy en entre nosotros expresión viva de un carisma, de una espiritualidad, y de un método pedagógico, -el sistema preventivo salesiano-, que siguen conservando tanta  actualidad y significación.

Recibimos la reliquia de un Santo. Es decir, de un discípulo de Jesús, que vivió muy de cerca, y con gran intensidad, la amistad con él; que gastó su vida para que muchos, y especialmente los jóvenes, lo conocieran y lo amaran, lo buscaran en todo momento, para poder encontrarse plenamente con él en el cielo. La bondad, el optimismo y la alegría característicos de Don Bosco; el incesante trabajo desplegado a lo largo de su vida, su amor inquebrantable a la Iglesia, nacen del amor a Cristo, de su arraigo en el misterio de Cristo. En María, Inmaculada y Auxiliadora, tuvo la educadora que lo enseñó a relacionarse vitalmente con Jesús y a transitar el camino que conduce hacia Él.

De allí que uno de los objetivos fundamentales de esta Visita sea que todos los venezolanos y venezolanas iluminados por el ejemplo de vida de San Juan Bosco, imitemos su fe y amor a Jesucristo. Él es un camino que nos conduce a Jesús, el Buen Pastor. Por eso, con toda razón podemos decir, Bendito el que viene en el nombre del Señor Jesús, para anunciarnos como Él lo hizo, que Dios es nuestro Padre y que nos ama, que estamos llamados a vivir como hijos e hijas de Dios, cumpliendo sus mandamientos; que, en la Iglesia estamos llamados a formar un pueblo de hermanos que tiene como misión contribuir en la construcción de un mundo de justicia, de paz, de libertad, según el querer de Dios.  Don Bosco viene a nuestro encuentro para recordarnos las palabras que acabamos de escuchar en el Evangelio, que debemos amarnos los unos a los otros como él nos ama (Jn. 15, 9-17).

Acogemos esta visita con esperanza, porque nos brinda la oportunidad de impulsar ese gran proyecto evangelizador de nuestra Iglesia que es la puesta en práctica de las orientaciones pastorales del Concilio Plenario de Venezuela, y porque confiamos que las iniciativas de la Misión Continental en Venezuela se verán reforzadas con el dinamismo que generará el extenso periplo de esta reliquia a lo largo y ancho de toda la geografía nacional.

A lo largo de las próximas semanas, Venezuela caminará con Don Bosco, y él nos acompañará en nuestro caminar con Jesús hacia la Casa de Dios nuestro Padre. Rezaremos en torno a él para expresar nuestro amor a Dios, manifestaremos nuestra alegría de pertenecer a la Iglesia, reafirmaremos nuestro compromiso de entrega y de servicio a todos, especialmente a los más necesitados. Hagamos de estos días un tiempo fuerte de anuncio de Jesucristo, de renovación personal y comunitaria de nuestra fe, de unidad eclesial y de reconciliación social. Estamos llamados a ser auténticos discípulos y misioneros de Jesucristo. La escucha de la Palabra de Dios, la participación en la eucaristía, la recepción del sacramento de la penitencia y la devoción a María Auxiliadora, expresiones de la espiritualidad salesiana nos ayudarán en este propósito.  

Así como lo hizo muchas veces por las calles de Turín, Don Bosco recorrerá los caminos de nuestra tierra para encontrarse, especialmente, con los jóvenes. Con aquellos que fueron y son, sus amigos, su gran tesoro. Como entonces tendrá la oportunidad de encontrase con los muchachos y muchachas de nuestra tierra que, como tal afirma el Documento Jesucristo: Buena Noticia para los Jóvenes, del Concilio Plenario “son jóvenes que dan importancia al amor y a la amistad…que enfrentan con sencillez y creatividad los problemas de cada día; que quieren superarse; aspiran …a un mejor nivel de vida y exigen una educación de calidad que los prepare y les ayude a promover sus potencialidades…(JBNJ 9)”, pero que, al mismo tiempo “son víctimas de la desintegración familiar…, han crecido en un ambiente carente de estímulos educativos y de posibilidades de realización. (con jóvenes) que sufren,  desde su nacimiento, la agresión de un mundo que no cuenta con ellos, y crecen, con frecuencia, envueltos en situaciones de violencia que cierra los horizontes de una vida normal y satisfactoria, y los hace agresivos y violentos (JBNJ 15)”. Como entonces, su presencia será un signo profético que nos invitará a todos, autoridades y ciudadanos, pastores y fieles, a no permanecer indiferentes ante las situaciones que les aquejan y a realizar una decidida opción por ellos que los ayude a formar “buenos cristianos y honestos ciudadanos”.

Agradezco en nombre del Sr. Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas, de los miembros de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, y de mis hermanos en el episcopado, muchos de los cuales tendrán luego la oportunidad de hacerlo personalmente cuando esta sagrada reliquia visite las distintas Iglesias particulares de nuestro país, al Rector Mayor, R. P. Pascual Chávez Villanueva, sdb y a su Consejo, al Inspector Salesiano para Venezuela, R. P. Luciano Stefani, sdb, a todos los miembros de la Familia Salesiana, y a quienes han contribuido para sus feliz realización, el inestimable don que de esta Visita. Rogamos al Señor y a María Auxiliadora que ella produzca muchos frutos espirituales.

Y con las palabras de la Cantata Juvenil a Don Bosco rezo:  
Salve Don Bosco Santo, joven de corazón, mira todo el quebranto de un mundo sin amor… Juan Bosco, ven y ayúdanos

Palabras del P.Luciano Stefani. Superior SDB Venezuela

Don Bosco nos ha visitado.
Hemos contemplado su rostro, nos hemos acercado a su preciosa reliquia. Su mano derecha nos ha bendecido en nombre de Dios y lo seguirá haciendo.
Ha sido una visita para los jóvenes, para toda la gran la Familia Salesiana… un vasto movimiento para la Iglesia y sobre todo para los que quieren y sienten que pueden ser la mano derecha para los jóvenes de hoy y de la Iglesia venezolana...
Venezuela entera está viviendo una inmensa experiencia de Dios y al acercarnos a esta reliquia y al contemplar ese rostro sereno, apacible, sonriente infunde esperanza y optimismo en el corazón de cada uno y se experimenta la necesidad de ser mejores, como siempre lo repetía él a sus colaboradores:” Trata de que todos los que acerquen a ti, sientan la necesidad y el deseo de ser mejores”. El nos estimula a ser siempre portadores del amor misericordioso de Dios para los jóvenes y para su pueblo y nos impulsa a amarlo, invocarlo e imitarlo.
Hoy nos estimula a renovar para los jóvenes una propuesta de santidad juvenil, sencilla y siempre actual. Es una propuesta para los jóvenes, pero es estimulante también para todo creyente.
Sin duda que para Don Bosco, el ser santo fue una llamada de Dios, tan fuerte que no dudaba un solo instante a proponérselo a sus muchachos.
El llamado a la santidad es para todo bautizado, porque santidad es vivir según el Espíritu, y todos lo hemos recibido en el bautismo, un germen de vida nueva, hemos sido enjertados en Cristo, para producir nuevos frutos. Nuestra genética no es puramente humana ha sido tocada y transformada por la gracia bautismal. El compromiso es producir los frutos de esa gracia en nuestro mundo de hoy, entre los jóvenes y en cada hogar cristiano.

Queremos quedarnos con su proyecto de santidad:


 Santidad de lo cotidiano, del compromiso diario. La constancia, la aplicación, la responsabilidad de cada día, la competencia… A todo eso él lo llamaba el exacto cumplimiento del propio deber.

 Santidad de la alegría, de la serenidad, de la paz, de la conciencia tranquila:”Aquí hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres”, le dira Dgo Savio a M. Magone recién llegado a la casa de Don Bosco.

 Santidad del amor a la Iglesia, una santidad que se vive en la comunidad humana y eclesial impregnada de catolicidad y en comunión con sus pastores.

 Santidad que se renueva con la Reconciliación y se nutre de la Eucaristía.

 Santidad que crece con la devoción a María Auxiliadora y que experimenta su tierna protección.

Todos tenemos que formular nuestro compromiso como fruto de esta visita, para los SDB y los miembros del vasto movimiento de la Familia, y para todos los agentes de pastoral:
Ser la mano derecha de Don Bosco para educar los jóvenes de hoy. Tarea siempre actual, siempre vigente, porque siempre tenemos jóvenes pobres, necesitados, carentes de afecto y en peligro. Necesitamos muchos “Don Bosco” en los hogares donde no hay afecto, donde no hay diálogo, donde no hay paternidad-maternidad, donde hay orfandad y en todo centro educativo.

“Juan, ya no tienes Padre”, le dirá mamá Margarita a Juanito de dos años apenas. Esta expreriencia de orfandad, de pobreza, de esforzado estudio con miles de dificultades y de trabajos superiores a sus fuerzas. La pobreza, la orfandad, el tener que emigrar a trabajar, siendo aún un niño, lo hará más sensible con la pobreza, la orfandad de los muchachos aprendices y desempleados de su tiempo que deambulaban sin horizontes y esperanzas por los pueblos y la ciudad de Turín. Para ellos le abrirá un albergue, donde cobijarse y nutrirse, donde aprender a leer y escribir, donde deslumbrar el sentido de su existencia y descubrir su proyecto de vida: en el aula, los talleres, en los sacramentos y en la catequesis. Para ellos dio inicio a talleres, escuelas, casas, patios y capillas. Elaborará un proyecto educativo para ellos: El Sistema Preventivo, que nace después de una experiencia con D. Cafasso atendiendo a las cárceles y a los condenados a muerte… Era muy difícil reeducar… mejor prevenir… Ese sistema se basa en tres pilares:

Razón: el hombre puede entender, puede evolucionar, se hace indispensable el diálogo que crea confianza, se establecen relaciones duraderas. Eso es usar la razón….
Amabilidad : La educación es cosa del corazón. “Quieren hacer una cosa útil: eduquen a los jóvenes, quieren hacer una cosa santa, eduquen a los jóvenes, quieren hacer una cosa insustituible, eduquen a los jóvenes” D. B.
Religión: el sentirse amados y queridos por Dios, Padre bondadoso, les ayudaba a superar su orfandad, colmada con los gestos concretos de amor de un joven sacerdote que era amigo, maestro y Padre.

Quien sienta en su corazón el llamado a actuar como Él, dentro de la F. S. y en la Iglesia, hay puesto para todos. No se echen para atrás, Don Bosco los acompañará, Dios los favorecerá con sus dones para sentirse felices de dar un aporte valioso para la formación integral de los jóvenes de hoy… inspirándonos en la generosidad de Don Bosco. La Iglesia de Jesucristo nos invita a todos a ser discípulos y misioneros de Jesús, Don Bosco no es más que un modelo.

Él solía decir:
“LA EDUCACIÓN ES COSA DEL CORAZÓN”.

“CON USTEDES ME SIENTO BIEN”
“POR USTEDES ESTUDIO, TRABAJO E INCLUSO ESTOY DISPUESTO A ENTREGAR MI VIDA”

“HASTA MI ULTIMO ALIENTO SERÁ POR MIS QUERIDOS JÓVENES”.

“LOS ESPERO A TODOS EN EL PARAISO”.

Como D. Bosco queremos ser constructores de una nueva sociedad pisando firme en la tierra, sin desmayar ante los problemas de nuestro tiempo y mirando fijamente y con esperanza al cielo . Estos son los hombres que han dejado una huella, un testimonio inspirador para la humanidad. Son verdaderos discípulos y misioneros, suscitados por Cristo para la humanidad entera y Don Bosco, en especial, para los jóvenes de todos los tiempos. Los santos no envejecen son siempre actuales han dejado una estela del amor de Dios que permanecerá hasta la eternidad.
.

 En estos días LE PREGUNTABA A UNA HERMANA, HMA, que, encorvada por los años y los arduos trabajos entre los indígenas de amazonas y se dirigía al templo para orar a S. Juan Bosco: “¿HERMANA QUE LE VA A PEDIR A DON BOSCO? “Santidad”, me contestó.
A los santos tenemos que pedirle santidad, amor a Dios y a las personas. Jóvenes, hermanos, pidámosle eso a Don Bosco: santidad y lo tendremos todo.

VIVA DON BOSCO, VIVA LA JUVENTUD, Viva la Iglesia de Jesucristo,
VIVA LA FAMILIA SALESIANA. VIVA VENEZUELA.

DON BOSCO, EMBAJADOR DE CRISTO


DON BOSCO, EMBAJADOR DE CRISTO

Homilía en la Eucaristía de clausura de la Visita de la reliquia insigne de San Juan Bosco a Venezuela, Templo de Don Bosco, 16 de Junio de 2010.
+Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas


Amadísimos hermanos todos:

Con inmensa alegría, fruto de nuestra fe en Cristo, estamos celebrando esta sagrada Eucaristía para dar gracias a Dios por los maravillosos dones que El derrama abundantemente sobre nosotros. Nuestra vida, nuestra fe, la redención en Cristo, nuestros dones y talentos personales, familiares  y nacionales. Pero en esta ocasión, de manera particular por la extraordinaria y exitosa visita evangelizadora de la reliquia insigne de Don Bosco a Venezuela que ha llegado a su fin.

Desde hace 22 días la venerable  reliquia y la  apacible imagen de Don Bosco nos lo han hecho presente en todos los rincones del país: De oriente a occidente, desde las playas del mar Caribe hasta el corazón de la selva amazónica, Don Bosco ha convocado a millares de personas, la mayoría de ellos jóvenes que han conocido a Cristo y la esperanza gracias a la labor de sus hijos, los salesianos , y todos los miembros de la gran familia Salesiana.

Embajador de Cristo

Podríamos decir, asumiendo la afirmación de San Pablo en la 2da carta a los Corintios que hemos escuchado en la primera lectura, que Don Bosco ha sido un excelente embajador de Jesucristo (2 Co 5,20). En efecto: al igual que ayer, cuando vivía entre sus muchachos del oratorio y con los miembros de la congregación de San Francisco de Sales, ahora,  durante esta visita, con  su imagen y sobre todo su reliquia, él ha proclamado entre nosotros el mensaje de aquél a quien  quiso dedicar su vida con una consagración religiosa, espiritual, para servirlo como su sacerdote en medio de los jóvenes y de los pobres, Nuestro Señor Jesucristo.

Don Bosco es embajador de Cristo porque nos muestra el rostro de Jesús, vivo, cercano, amoroso,  “el camino, la verdad y la vida”. Es embajador de Cristo porque, con su testimonio y a través de sus hijos de la familia salesiana, anunció y sigue anunciando el Reino de Dios, que es “el reino de la verdad y de la vida, de la santidad y de la gracia, de la justicia, del amor y de la paz”. Es embajador de Cristo porque da testimonio del inmenso amor del Corazón de Jesús al acercarse a la juventud, a los pobres, con su palabra, con su bondad y su alegría, con su carisma de padre, maestro y amigo.

Sí mis queridos hermanos: esta visita de Don Bosco a  Venezuela en el marco de la celebración de los 150 años de la fundación de los Salesianos de Don Bosco y en preparación al bicentenario de su nacimiento en el año 2015, ha sido la visita de un mensajero, de un embajador, de un apóstol de Jesucristo. El, Nuestro Señor, el Rey de reyes y Señor de los señores, la luz del mundo, el Salvador, ha sido anunciado una vez más entre nosotros por su  querido Don Bosco.

Felicitamos de todo corazón al P Pascual Chávez, Inspector General de los Salesianos, y a todos los salesianos de Venezuela, por esta singular iniciativa, que ha despertado entre nosotros gran entusiasmo y el deseo de ser mejores, de seguir las enseñanzas del egregio fundador, que nos lleva a intensificar  nuestra fe y  nuestra  unión con Dios, y a fortalecer nuestra pertenencia a la Santa Iglesia católica.

Año Sacerdotal y Misión Continental Evangelizadora

Providencialmente, la visita a nuestro país, a casi todas las obras que dirigen y animan los salesianos y los miembros de la familia salesiana en Venezuela, ha tenido lugar en el Año Sacerdotal y en el marco de la Misión Continental Evangelizadora.

Don Bosco, al igual que el Santo Cura de Ars, nos ha enseñado, cómo es, cómo debe ser el sacerdote: un auténtico hombre de Dios, identificado profundamente con Jesucristo y animado por un intenso amor filial a María Santísima, Auxilio de los cristianos. Un  mensajero del evangelio, un incansable pastor siempre  en busca de las ovejas y al servicio de éstas. El nos ha enseñado que nada es importante sino el anuncio de Cristo para que las almas  vayan a El. El nos ha manifestado la grandeza de la caridad pastoral como instrumento de renovación no sólo de la Iglesia sino del mundo. Y ha puesto de relieve para todos los católicos de Venezuela, y en especial para los jóvenes, la importancia y la grandeza del sacerdocio católico. ¡Gracias Señor!;  ¡Gracias  Don Bosco! ¡ Y Gracias a los salesianos! por habernos permitido ver en concreto la imagen del buen sacerdote, del santo sacerdote que requiere nuestra Venezuela de hoy.

La Misión Continental evangelizadora, que es un gran proyecto de renovación eclesial, pastoral y espiritual, personal, comunitaria y estructural, ha tenido en Don Bosco, a través de la visita de su santa reliquia, uno de sus mejores misioneros  Por supuesto, el encuentro con este gran santo a través de su reliquia  no puede quedarse simplemente en la oración y en la contemplación de la hermosa réplica de sus restos que se conservan en Turín. Debe traducirse en compromiso de fidelidad y de amor a Dios y a los hermanos.

Las personas que estamos aquí esta noche, y quienes lo han venerado en el curso de estas tres semanas, hemos de asumir el compromiso que brota del encuentro con un santo, con un embajador de Jesucristo: renovar nuestra fe  en Jesús, el Divino Salvador, renovar nuestro amor a El, que se debe expresar de manera concreta en la fidelidad a su Palabra, en una vida santa, en la entrega por los demás, en una adhesión cada vez más conciente a su pueblo santo, a su cuerpo místico, que es la Santa Iglesia católica. ¡Qué ejemplo tan grande de ardor apostólico, de iniciativas evangelizadoras y pastorales!, ofrece Don Bosco en esta Misión Continental evangelizadora a los obispos, sacerdotes,  religiosos,  seminaristas y laicos comprometidos que aquí nos encontramos, para impulsar una acción pastoral cada vez más intensa en nuestra Arquidiócesis de Caracas.

 Por eso esta visita, extraordinariamente bien organizada, ha sido una gracia inmensa de Dios a Venezuela, y en particular a nuestra Iglesia, tan necesitada de aliento y esperanza en momentos difíciles.

Seguir a Jesucristo

Los invito de todo corazón, mis queridos hermanos, a interiorizar estos sentimientos durante esta sagrada celebración, que debe ser, para cada uno de nosotros, un momento de encuentro personal privilegiado con nuestro Divino Maestro, Jesús, el Señor. Los invito a que,  como Don Bosco, vivamos en profunda unión con Cristo y con la Santísima Virgen María, y a seguirlo muy de cerca en nuestra vida concreta: en el hogar, en el trabajo, en la familia,  o en el ministerio sacerdotal, y  en la vida consagrada. Cada uno de nosotros está llamado a acoger la invitación que nos hace Don Bosco, embajador de Jesucristo al igual que San Pablo, a seguir al Señor, que es la fuente de la vida, de la paz y de la felicidad.

El nos alienta a renovar nuestro compromiso cristiano. Y a los ministros consagrados y a los religiosos, nos alienta a reavivar el ardor apostólico, la proactividad pastoral que nos debe animar en esta Venezuela, en esta Caracas tan necesitada de la luz de Cristo, de la Palabra de Vida de nuestro divino Salvador.

La Unidad de la iglesia

Mis queridos hermanos: permítanme una última invitación. La visita que está por concluir debe también estrechar los lazos que nos unen a todos en la Iglesia. El recorrido de la santa reliquia de Don Bosco ha sido una viva manifestación de unidad, de comunión eclesial, manifestada visiblemente en la presencia y participación de los obispos, sacerdotes y religiosos de cada Diócesis por donde han pasado. Esta comunión, esta cercanía, esta colaboración mutua  entre los diversos sectores que integramos la Iglesia de Dios en Venezuela y en el mundo entero, debe fortalecerse cada vez más, especialmente teniendo en cuenta los vientos borrascosos de todo tipo que soplan actualmente en el mundo entero.  Secularismo agresivo acompañado por la  intolerancia a la religión; confusión religiosa,  ataques despiadados y sistemáticos contra la Iglesia, el Papa y los Obispos. Y entre nosotros, además, los intentos por manipular  el Evangelio, la Religión y al mismo Jesucristo en beneficio de un proyecto político. Pues bien: ante todas esas dificultades es preciso que nos unamos cada vez más: para vivir con orgullo nuestra santa religión, para proclamar la auténtica fe, para defender nuestros derechos y la capacidad de los cristianos de actuar en la vida social y política; para  trabajar sin miedo por la libertad y la justicia en el marco de la Constitución y las leyes.

Que Don Bosco, que vivió plenamente unido a los fieles, a sus hermanos en el presbiterio, a los Obispos y al  Papa de Roma, sea nuestro guía y modelo en la vivencia de la unidad de la iglesia en Venezuela.

Amadísimos hermanos:

Bendigamos al Señor por el testimonio de los santos que, como Don Bosco, nos enseñan el camino de Jesús, que es el camino  de la vida y de la felicidad, de la paz y de la salvación. Y encomendemos nuestra Iglesia en Venezuela y en Caracas a María Auxiliadora, madre de Dios y madre nuestra, para que como ella, vivamos siempre la dicha de escuchar y cumplir la Palabra de Dios. Amén.

martes, 15 de junio de 2010

Reseña del blog de Leo Leon. Don Bosco visitó Mérida

http://foto-noticias.blogspot.com/2010/06/reliquia-de-don-bosco-visito-merida.html

Videos de la Visita de Don Bosco a Mérida

Don Bosco Visita Mérida
Don Bosco llega a Mérida
Don Bosco visita la Catedral de Mérida

Carta de Don Bosco al Oratorio Sobre el Espíritu de Familia

CARTA DE ROMA

Roma, 10 de mayo de 1884

Muy queridos hijos en Jesucristo:

Cerca o lejos, yo pienso siempre en vosotros. Uno solo es mi deseo: que seáis felices en el tiempo y en la eternidad. Este pensamiento y deseo me han impulsado a escribiros esta carta. Siento, queridos míos, el peso de estar lejos de vosotros, y el no veros ni oíros me causa una pena que no podéis imaginar. Por eso, habría deseado escribiros estas líneas hace ya una semana, pero las continuas ocupaciones me lo impidieron. Con todo, aunque falten pocos días para mi regreso,
quiero anticipar mi llegada al menos por carta, ya que no puedo hacerlo en persona. Son palabras de quien os ama tiernamente en Jesucristo y tiene el deber de hablaros con la libertad de un padre.
Me lo permitís, ¿no? Y me vais a prestar atención y poner en práctica lo que os voy a decir.
He dicho que sois el único y continuo pensamiento de mi mente. Pues bien, una de las noches pasadas, me había retirado a mi habitación y, mientras me disponía a entregarme al descanso, comencé a rezar las oraciones que me enseñó mi buena madre. En aquel momento, no sé bien si víctima del sueno o fuera de mí por alguna distracción, me pareció que se presentaban delante de mí dos antiguos alumnos del oratorio.
Uno de ellos se acercó y, saludándome afectuosamente, me dijo:
- Don Bosco, ¿me conoce?
- ¡ Pues claro que te conozco !, - le respondí.
- ¿ Y se acuerda aún de mí ? - añadió.
- De ti y de los demás. Tú eres Valfré, y estuviste en el oratorio antes de 1870.
- Oiga, continuó Valfré, - ¿quiere ver a los jóvenes que estaban en el oratorio en mis tiempos?
- Sí, házmelos ver, le contesté; me dará mucha alegría.
Entonces Valfré me mostró todos los jovencitos con el mismo semblante, edad y estatura de aquel tiempo. Me parecía estar en el antiguo oratorio en la hora de recreo. Era una escena llena de vida, movimiento y alegría. Quien corría, quien saltaba, quien hacía saltar a los demás; quien jugaba a la rana, quien a bandera, quién a la pelota. En un sitio había reunido un corrillo de muchachos pendientes de los labios de un sacerdote que les contaba una historia; en otro lado había un clérigo con otro grupo jugando al burro vuela o a los oficios. Se cantaba, se reía por todas partes; y por doquier, sacerdotes y clérigos; y alrededor de ellos, jovencitos que alborotaban alegremente. Se notaba que entre jóvenes y superiores reinaba la mayor cordialidad y confianza.
Yo estaba encantado con aquel espectáculo. Valfré me dijo:
- Vea, la familiaridad engendra afecto, y el afecto, confianza. Esto es lo que abre los corazones, y los jóvenes lo manifiestan todo sin temor a los maestros, asistentes y superiores. Son sinceros en la confesión y fuera de ella, y se prestan con facilidad a todo lo que les quiera mandar aquel que saben que los ama.
Entonces se acercó a mí otro antiguo alumno que tenía la barba completamente blanca y me dijo:
- Don Bosco, ¿quiere ver ahora a los jóvenes que están actualmente en el Oratorio? (Era José
Buzzetti).
- Sí, respondí, pues hace un mes que no los veo.
Y me los señaló. Vi el oratorio y a lodos vosotros que estabais en recreo. Pero ya no oía gritos de alegría y canciones, ya no veía aquel movimiento, aquella vida de la primera escena.
En los ademanes y en los rostros de algunos jóvenes se notaba aburrimiento, desgana, disgusto y desconfianza, que causaron pena a mi corazón. Vi, es cierto, a muchos que corrían y jugaban con dichosa despreocupación; pero otros - no pocos - estaban solos, apoyados en las columnas, presos de pensamientos desalentadores; otros andaban por las escaleras y corredores o estaban en los balcones que dan al jardín para no tomar parte en el recreo común; otros paseaban lentamente por grupos hablando en voz baja entre ellos, lanzando a una y otra parte miradas sospechosas y mal intencionadas; algunos sonreían, pero con una sonrisa acompañada de gestos que hacían no solamente sospechar, sino creer que san Luis habría sentido sonrojo de encontrarse en compañía de los tales; incluso entre los que jugaban había algunos tan desganados que daban a entender a las claras que no encontraban gusto alguno en el recreo.
- ¿Has visto a tus jóvenes? - me dijo el antiguo alumno.
- Sí que los veo, contesté suspirando.
- ¡Qué diferentes de lo que éramos nosotros antaño!, exclamó aquel viejo alumno.
- ¡Por desgracia! ¡Qué desgana en este recreo!
- De aquí proviene la frialdad de muchos para acercarse a los santos sacramentos, el descuido de las prácticas de piedad en la iglesia y en otros lugares; el estar de mala gana en un lugar donde la divina Providencia los colma de todo bien corporal, espiritual e intelectual. De aquí la no correspondencia de muchos a su vocación; de aquí la ingratitud para con los superiores; de aquí los secretitos y murmuraciones, con todas las demás consecuencias deplorables.
- Comprendo, respondí. Pero ¿cómo reanimar a estos queridos jóvenes para que vuelvan a la antigua vivacidad, alegría y expansión?
- Con el amor.
- ¿Amor? Pero ¿es que mis jóvenes no son bastante amados? Tú sabes cómo los amo. Tú sabes cuánto he sufrido por ellos y cuánto he tolerado en el transcurso de cuarenta anos, y cuánto tolero y sufro en la actualidad. Cuántos trabajos, cuántas humillaciones, cuántos obstáculos, cuántas persecuciones para proporcionarles pan, albergue, maestros, y especialmente para buscar la salvación de sus almas. He hecho cuanto he podido y sabido por ellos, que son el afecto de toda mi vida.
- No hablo de ti.
- ¿Pues de quién, entonces? ¿De quienes hacen mis veces: los directores, prefectos, maestros o asistentes? ¿No ves que son mártires del estudio y del trabajo y que consumen los anos de su juventud en favor de quienes les ha encomendado la divina Providencia?
- Lo veo, lo sé; pero no basta; falta lo mejor.
- ¿Qué falta, pues?
- Que los jóvenes no sean solamente amados, sino que se den cuenta de que se les ama.
- Pero, ¿no tienen ojos en la cara? ¿No tienen luz en la inteligencia? ¿No ven que cuanto se hace en su favor se hace por su amor?
- No, repito; no basta.
- Qué se requiere, pues?
- Que, al ser amados en las cosas que les agradan, participando en sus inclinaciones infantiles, aprendan a ver el amor en aquellas cosas que naturalmente les agradan poco, como son la disciplina, el estudio, la mortificación de sí mismos, y que aprendan a hacer estas cosas con amor.
- Explícate mejor.
- Observe a los jóvenes en el recreo.
- Observé. Después dije:
- ¿Qué hay que ver de especial?
- ¿Tantos años educando a la juventud y no comprende? Observe mejor. ¿Dónde están nuestros salesianos?
Me fijé y vi que eran muy pocos los sacerdotes y clérigos que estaban mezclados entre los jóvenes, y muchos menos los que tomaban parte en sus juegos. Los superiores no eran ya el alma de los recreos. La mayor parte de ellos paseaban, hablando entre sí, sin preocuparse de lo que hacían los alumnos; otros jugaban, pero sin pensar para nada en los jóvenes; otros vigilaban de lejos, sin advertir las faltas que se cometían; alguno que otro corregía a los infractores, pero con ceño amenazador y raramente. Había algún salesiano que deseaba introducirse en algún grupo de jóvenes, pero vi que los muchachos buscaban la manera de alejarse de sus maestros y superiores.
Entonces mi amigo continuó:
- En los primeros tiempos del oratorio, ¿usted no estaba siempre con los jóvenes, especialmente durante el recreo? ¿Recuerda aquellos hermosos años? Era una alegría de paraíso, una época que recordamos siempre con cariño, por que el amor lo regulaba todo, y nosotros no teníamos secretos para usted.
- ¡Cierto! Entonces todo era para mí motivo de alegría, y en los jóvenes entusiasmo por acercárseme y quererme hablar; existía verdadera ansiedad por escuchar mis consejos y ponerlos en práctica. Ahora, en cambio, las continuas audiencias, mis múltiples ocupaciones y la falta de salud me lo impiden.
- De acuerdo; pero si usted no puede, ¿por qué no le imitan sus salesianos? ¿Por qué no insiste y exige que traten a los jóvenes como los trataba usted?
- Yo les hablo e insisto hasta cansarme, pero desgraciadamente muchos no se sienten con fuerzas para arrostrar las fatigas de antaño.
- Y así, descuidando lo menos, pierden lo más; y este más son sus fatigas. Que amen lo que agrada a los jóvenes, y los jóvenes amarán lo que les gusta a los superiores. De esta manera, el trabajo les será llevadero. La causa del cambio presente del oratorio es que un grupo de jóvenes no tiene confianza con los superiores. Antiguamente los corazones todos estaban abiertos a los superiores, a quienes los jóvenes amaban y obedecían prontamente. Pero ahora, los superiores son considerados sólo como tales y no como padres, hermanos y amigos; por tanto, son temidos y poco amados. Por eso, si se quiere formar un solo corazón y una sola alma por amor a Jesús, hay que romper esa barrera fatal de la desconfianza y sustituirla por la confianza cordial. Así pues, que la obediencia guíe al alumno como la madre a su hijo.
Entonces reinará en el oratorio la paz y la antigua alegría.
- ¿Cómo hacer, pues, para romper esta barrera?
- Familiaridad con los jóvenes, especialmente en el recreo. Sin familiaridad no se demuestra el afecto, y sin esta demostración no puede haber confianza. El que quiere ser amado debe demostrar que ama. Jesucristo se hizo pequeño con los pequeños y cargó con nuestras enfermedades. ¡He aquí el maestro de la familiaridad! El maestro al cual sólo se ve en la cátedra es maestro y nada más; pero, si participa del recreo de los jóvenes, se convierte en un hermano. Si a uno se le ve en el púlpito predicando, se dirá que no hace más que cumplir con su deber, pero, si dice en el recreo una buena palabra, es palabra de quien ama. ¡Cuántas conversiones no se debieron a alguna de sus palabras dichas de improviso al oído de un jovencito mientras se divertía! El que sabe que es amado, ama, y el que es amado lo consigue todo, especialmente de los jóvenes. Esta confianza establece como una corriente eléctrica entre jóvenes y superiores. Los corazones se abren y dan a conocer sus necesidades y manifiestan sus defectos. Este amor hace que los superiores puedan soportar las fatigas, los disgustos, las ingratitudes, las molestias, las faltas y las negligencias de los jóvenes. Jesucristo no quebró la cana ya rota ni apagó la mecha humeante. He aquí vuestro modelo. Entonces no habrá quien trabaje por vanagloria; ni quien castigue por vengar su amor propio ofendido; ni quien se retire del campo de la asistencia por celo a una temida preponderancia de otros; ni quien murmure de los otros para ser amado y estimado de los jóvenes, con exclusión de todos los demás superiores, mientras, en cambio, no cosecha más que desprecio e hipócritas zalamerías; ni quien se deje robar el corazón por una criatura y, para adular a ésta, descuide a todos los demás jovencitos; ni quienes por amor a la propia comodidad, dejen a un lado el gravísimo deber de la vigilancia, ni quien por falso respeto humano, se abstenga de amonestar a quien necesite ser amonestado. Si existe este amor efectivo, no se buscará más que la gloria de Dios y el bien de las almas. Cuando languidece este amor, es que las cosas no marchan bien. ¿Por qué se quiere sustituir el amor por la frialdad de un reglamento? ¿Por qué los superiores dejan de cumplir las reglas que Don Bosco les dicto? ¿Por qué el sistema de prevenir desórdenes con vigilancia y amor se va reemplazando poco a poco por el sistema, menos pesado y más fácil para el que manda, de dar leyes que se sostienen con castigos, encienden odios y acarrean disgustos, y si se descuida el hacerlas observar, producen desprecio para los superiores y son causa de desórdenes gravísimos?
Esto sucede necesariamente si falta familiaridad. Si, por tanto, se desea que en el Oratorio reine la antigua felicidad, hay que poner en vigor el antiguo sistema: El superior sea todo para todos, siempre dispuesto a escuchar toda duda o lamentación de los jóvenes, todo ojos para vigilar paternalmente su conducta, todo corazón para buscar el bien espiritual y temporal de aquellos a quienes la Providencia ha confiado a sus cuidados. Entonces los corazones no permanecerán cerrados ni reinarán ya ciertos secretitos que matan. Sólo en caso de inmoralidad sean los superiores inflexibles. Es mejor correr el peligro de alejar de casa a un inocente que quedarse con un escandaloso. Los asistentes consideren como un gravísimo deber de conciencia el referir a los superiores todo lo que sepan que de algún modo ofende a Dios.
Entonces yo pregunté.
- Cuál es el medio principal para que triunfe semejante familiaridad y amor y confianza?
- La observancia exacta del reglamento de la casa.
- ¿Y nada más?
- El mejor plato en una comida es la buena cara.
Mientras mi antiguo alumno terminaba de hablar así y yo seguía contemplando con verdadero disgusto el recreo, poco a poco me sentí oprimido por un gran cansancio que iba en aumento.
Esta opresión llegó a tal punto, que no pudiendo resistir por más tiempo, me estremecí y me desperté. Me encontré de pie junto a mi lecho. Mis piernas estaban tan hinchadas y me dolían tanto, que no podía estar de pie. Era ya muy tarde; por ello, me fui a la cama decidido a escribir estos renglones a mis queridos hijos.
Yo no deseo tener estos sueños, porque me cansan demasiado.
Al día siguiente me sentía agotado; no veía la hora de irme a la cama por la noche. Pero he aquí que, apenas me acosté, comenzó de nuevo el sueño.
Tenía ante mí el patio, los jóvenes que están actualmente en el oratorio y el mismo antiguo alumno.
Comencé a preguntarle:
- Lo que me dijiste se lo haré saber a mis salesianos; pero, ¿qué debo decir a los jóvenes del Oratorio?
- Me respondió:
- Que reconozcan lo mucho que trabajan y estudian los superiores, maestros y asistentes por amor a ellos, pues si no fuese por su bien, no se impondrían tantos sacrificios; que recuerden que la humildad es la fuente de toda tranquilidad; que sepan soportar los defectos de los demás, pues la perfección no se encuentra en el mundo, sino solamente en el paraíso; que dejen de murmurar, pues la murmuración enfría los corazones; y, sobre todo, que procuren vivir en la santa gracia de Dios. Quien no vive en paz con Dios, no puede tener paz consigo mismo ni con los demás.
- ¿Entonces me dices que hay entre mis jóvenes quienes no están en paz con Dios?
- Esta es la primera causa del malestar, entre las otras que tú sabes y debes remediar sin que te lo tenga que decir yo ahora. En efecto, sólo desconfía el que tiene secretos que ocultar, quien teme que estos secretos sean descubiertos, pues sabe que le acarrearía vergüenza y descrédito.
Al mismo tiempo, si el corazón no está en paz con Dios, vive angustiado, inquieto, rebelde a toda obediencia, se irrita por nada, se cree que todo marcha mal, y como él no ama, Juzga que los superiores tampoco le aman a él.
- Pues, con todo, ¿no ves amigo mío, la frecuencia de confesiones y comuniones que hay en el
oratorio?
- Es cierto que la frecuencia de confesiones es grande, pero lo que falta en absoluto en muchísimos jóvenes que se confiesan es la firmeza en los propósitos. Se confiesan, pero siempre de las mismas faltas, de las mismas ocasiones próximas, de las mismas malas costumbres, de las mismas desobediencias, de las mismas negligencias en el cumplimiento de los deberes. Así siguen meses y meses e incluso anos, y algunos llegan hasta el final de los estudios. Tales confesiones valen poco o nada; por tanto, no proporcionan la paz, y si un
jovencito fuese llamado en tal estado al tribunal de Dios, se vería en un aprieto.
- ¿Hay muchos de esos en el oratorio?
- Pocos, en comparación con el gran número de jóvenes que hay en casa. Fíjate. - Y me los iba indicando.
- Miré, y vi uno por uno a aquellos jóvenes. Pero, en estos pocos, vi cosas que amargaron grandemente mi corazón. No quiero ponerlas por escrito, pero cuando vuelva quiero comunicarlas a cada uno de los interesados. Ahora os diré solamente que es tiempo de rezar y de tomar firmes resoluciones; de hacer propósitos no de boca, sino con los hechos, y de demostrar que los Comollo, los Domingo Savio, los Besucco y los Saccardi viven todavía entre nosotros.
Por último pregunté a aquel amigo mío:
- ¿Tienes algo más que decirme?
- Predica a todos, mayores y pequeños, que recuerden siempre que son hijos de María Santísima Auxiliadora. Que ella los ha reunido aquí para librarlos de los peligros del mundo, para que se amen como hermanos y den gloria a Dios y a ella con su buena conducta; que es la Virgen quien les provee de pan y de cuanto necesitan para estudiar con innumerables gracias y portentos. Que recuerden que están en vísperas de la fiesta de su Santísima Madre y que, con su auxilio, debe caer la barrera de la desconfianza que el demonio ha sabido levantar entre jóvenes y superiores, y de la cual sabe aprovecharse para ruina de algunas almas.
- ¿Y conseguirernos derribar esta barrera?
- Sí, ciertamente, con tal de que mayores y pequeños estén dispuestos a sufrir alguna pequeña mortificación por amor a María y pongan en práctica cuanto he dicho.
Entretanto yo continuaba observando a mis jovencitos, y ante el espectáculo de los que veía encaminarse a su perdición eterna, sentí tal angustia en el corazón que me desperté. Querría contaros otras muchas cosas importantísimas que vi; pero el tiempo y las circunstancias no me lo permiten.
Concluyo: ¿Sabéis qué es lo que desea de vosotros este pobre anciano que ha consumido toda su vida por sus queridos jóvenes? Pues solamente que, guardadas las debidas proporciones, vuelvan a florecer los días felices del antiguo oratorio. Los días del amor y la confianza entre jóvenes y superiores; los días del espíritu de condescendencia y de mutua tolerancia por amor a Jesucristo; los días de los corazones abiertos con tal sencillez y candor, los días de, la caridad y de la verdadera alegría para todos. Necesito que me consoléis dándome la esperanza y la palabra de que vais a hacer todo lo que deseo para el bien de vuestras almas.
Vosotros no sabéis apreciar la suerte de estar acogidos en el oratorio. Os aseguro, delante de Dios, que basta que un joven entre en una casa salesiana para que la Santísima Virgen lo torne enseguida bajo su especial protección. Pongámonos, pues, todos de acuerdo. La calidad de los que mandan y la caridad de los que deben obedecer haga reinar entre nosotros el espíritu de san Francisco de Sales. Queridos hijos míos, se acerca el tiempo en que tendré que separarme de vosotros y partir para mi eternidad.
(Nota del secretario: Al llegar aquí, Don Bosco dejó de dictar; sus ojos se inundaron de lágrimas, no a causa del disgusto, sino por la inefable ternura que se reflejaba en su rostro y en sus palabras; unos instantes después continuó):
Por tanto, mi mayor deseo, queridos sacerdotes, clérigos y jóvenes, es dejaros encaminados por la senda del Señor, que Él mismo desea para vosotros.
Con este fin, el Santo Padre, al cual he visto el viernes, 9 de mayo, os envía de todo corazón su bendición. El día de María Auxiliadora me encontraré en vuestra compañía ante la imagen de nuestra amorosísima Madre. Quiero que esta gran fiesta se celebre con toda solemnidad: que don José y don Segundo se encarguen de que la alegría reine también en el comedor. La festividad de María Auxiliadora debe ser el preludio de la fiesta eterna que hemos de celebrar todos juntos un día en el paraíso.


Vuestro afectísimo amigo en Jesucristo
JUAN BOSCO, Pbro.