jueves, 29 de septiembre de 2022

 Monseñor Miguel Antonio Salas

 

A 107 años del natalicio del obispo que supo ser “Voz de los que no tienen voz”.

 

El Cardenal Porras exhortó al clero local a poner empeño en trabajar por impulsar la causa de Monseñor Salas, además anunció que para diciembre ya se habrá publicado su biografía en diversos idiomas, con el fin de que su obra sea conocida por todo el mundo

 

Euro Lobo SSCC / CNP: 12.112

 

Mérida / Especial.- En el marco de la celebración del 107 aniversario del nacimiento del Siervo de Dios Monseñor Miguel Antonio Salas, V Arzobispo de Mérida, este jueves el eminentísimo Baltazar Cardenal Porras, actual Arzobispo metropolitano de Mérida, presidió, desde la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción, Catedral, la eucaristía solemne de los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.

 


El Arzobispo Coadjutor Monseñor Helizandro Terán, el Obispo Auxiliar Monseñor Luis Enrique Rojas, acompañados de parte del clero merideño, concelebraron la fiesta, a la cual se sumó gran parte de las instituciones de educación católicas y la feligresía local.

 

El Siervo de Dios, Monseñor Miguel Antonio Salas, nació en Sabana Grande del Táchira el 29 de septiembre de 1915. Fue el primer sacerdote eudista venezolano, por ello su interés especial en el fortaleciendo del seminario.

 



Fue el V Arzobispo de Mérida, nombrado el 20 de agosto de 1979 por S.S San Juan Pablo II, tomando posesión de su cátedra el 15 de septiembre de 1979, fiesta de Nuestra Señora de los Dolores. Escogió esta fecha por ser la patrona de la iglesia de su aldea nativa, devoción a la que guardaba particular cariño.

 


En este cargo se destacó como pastor, formador y comunicador, llegando a visitar toda la arquidiócesis, fundando y fortaleciendo medios de comunicación, ordenando sacerdotes y sirviendo como el menor, en un sinfín de iniciativas pastorales para el bien de la iglesia.

 

Ocupó este servicio hasta 1991, cuando fue nombrado Arzobispo Emérito pasando a retiro en su ciudad natal como párroco, servicio que desempeñó con particular humildad hasta su muerte el 30 de octubre del 2003.

 


Al finalizar la eucaristía, el Cardenal, los Obispos y el clero local, descendieron a la cripta donde reposan los restos mortales del Siervo de Dios, y luego de hacer una oración por el eterno descanso de su alma, anunció que para finales de año, es posible que la Santa Sede ya haya estudiado un milagro atribuible a Monseñor Salas, con lo cual será probable que alcance el grado de Venerable. (29/09/2022).-

 

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