SOLEMNIDAD DE PENTECOSTES
MONICIÓN DE ENTRADA:
Está a punto de terminar el Tiempo Pascual.
Mañana mismo reiniciamos el Tiempo Ordinario. Y hasta llegar a este
final hemos recorrido mucho camino, juntos. Se inició en Cuaresma. Y llegamos a
la Semana Santa, al Triduo Pascual y la Pascua en toda su extensión.
Es un importante camino que hemos hecho juntos, con amor y esperanza.
Es Pentecostés. Jesús, tal y como lo había prometido, envía a los
Apóstoles el Espíritu Santo. Y hoy, el mismo Jesús, nos envía el Espíritu a
cada uno de nosotros.
El Espíritu es el mayor regalo que el Padre ha hecho a los hombres por
medio de Cristo. Esto nos compromete a vivir nuestra fe, a mantener la
esperanza, a ser fuertes en la dificultad.
CANTO DE ENTRADA.
RITOS INICIALES
En el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
AMEN
El Dios de
la vida, que ha resucitado a Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte y
nos envía hoy al Espíritu Santo esté con todos ustedes
Y CON TU ESPIRITU
ACTO PENITENCIAL.
En el día
que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte,
reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia del Padre para morir al
pecado y resucitar a la vida nueva.
(SILENCIO
BREVE)
Yo confieso
ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos,
que he
pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:
Por mi
culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso
ruego a santa María, siempre Virgen,
a los
ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que
intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
CANTO DE PENITENCIA. SEÑOR TEN PIEDAD
Dios
todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos
lleve a la vida eterna.
AMEN.
Gloria a
Dios en cielo,
Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR. POR TU INMENSA
GLORIA TE ALABAMOS, TE BENDECIMOS, TE ADORAMOS, TE GLORIFICAMOS, TE DAMOS
GRACIAS, SEÑOR DIOS, REY CELESTIAL, DIOS PADRE TODOPODEROSO. SEÑOR, HIJO ÚNICO
JESUCRISTO. SEÑOR DIOS, CORDERO DE DIOS, HIJO DEL PADRE; TÚ QUE QUITAS EL
PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS; TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
ATIENDE NUESTRA SÚPLICA; TÚ QUE ESTÁS SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE, TEN
PIEDAD DE NOSOTROS; PORQUE SÓLO TÚ ERES SANTO, SÓLO TÚ SEÑOR, SÓLO TÚ ALTÍSIMO,
JESUCRISTO, CON EL ESPÍRITU SANTO EN LA GLORIA DE DIOS PADRE.
AMÉN.
ORACIÓN COLECTA
OREMOS
Oh Dios, que
por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia, extendida por todas las
naciones, derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confines de la
tierra y no dejes de realizar hoy, en el corazón de tus fieles, aquellas mismas
maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica.
Por nuestro
Señor, Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad
del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
AMEN
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA:
La primera
lectura, sacada del libro de los Hechos de los Apóstoles, nos narra la llegada
del Espíritu Santo y la sorpresa que supuso para todos. Hoy deberíamos
sorprendernos tanto como ellos de ese Espíritu que llega a cada uno de
nosotros. Ya no estamos solos, el Espíritu de Jesús vive y actúa en cada
hombre. Esto ha de movernos a llevar, sin miedo, el mensaje allí donde nos
encontremos.
PRIMERA LECTURA
Se llenaron todos de Espíritu Santo y
empezaron a hablar.
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles
Al llegar el
día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un
ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se
encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían,
posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a
hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le
sugería.
Se
encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la
tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque
cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos,
preguntaban:
- «¿No son
galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los
oímos hablar en nuestra lengua nativa?
Entre
nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea,
Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la
zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros
judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos
hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua.».
Palabra de Dios.
TE ALABAMOS SEÑOR
SALMO RESPONSORIAL
ENVÍA TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y REPUEBLA LA
FAZ DE LA TIERRA.
Bendice,
alma mía, al Señor:
¡Dios mío,
qué grande eres!
Cuántas son
tus obras, Señor;
la tierra
está llena de tus criaturas.
ENVÍA TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y REPUEBLA LA
FAZ DE LA TIERRA.
Les retiras
el aliento,
y expiran y
vuelven a ser polvo;
envías tu
aliento,
y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.
ENVÍA TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y REPUEBLA LA
FAZ DE LA TIERRA.
Gloria a
Dios para siempre,
goce el
Señor con sus obras.
Que le sea
agradable mi poema,
y yo me
alegraré con el Señor.
ENVÍA TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y REPUEBLA LA
FAZ DE LA TIERRA.
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA:
Esta
responsabilidad es para todos, como dice la segunda lectura, de la Carta de
Pablo a los fieles de Corinto, somos miembros de un único Cuerpo, bautizados en
un mismo Espíritu y cada uno tendrá que responder de su tarea. Pentecostés no
es una cosa de ayer. Tenemos cada uno que vivir nuestro Pentecostés.
SEGUNDA LECTURA
El fruto del Espíritu.
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a
Los Corintios
Hermanos:
Nadie puede
decir: “Jesús es Señor”, si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay
diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios,
pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra
todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.
Porque, lo
mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del
cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos
nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un
mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo
Espíritu.
Palabra de Dios.
TE ALABAMOS SEÑOR
MONICION A LA SECUENCIA
La
secuencia es un texto litúrgico antiquísimo. La Iglesia lo ha guardado como
definición de la obra y presencia del Espíritu Santo y es pieza muy importante
de esta Misa de Pentecostés. Abramos nuestra alma de par en par para escuchar
este himno, uno de los más bellos de la liturgia católica
SECUENCIA
Ven,
Espíritu divino,
manda tu luz
desde el cielo.
Padre
amoroso del pobre;
don, en tus
dones espléndido;
luz que
penetra las almas;
fuente del
mayor consuelo.
Ven, dulce
huésped del alma,
descanso de
nuestro esfuerzo,
tregua en el
duro trabajo,
brisa en las
horas de fuego,
gozo que
enjuga las lágrimas
y reconforta
en los duelos.
Entra hasta
el fondo del alma,
divina luz,
y enriquécenos.
Mira el
vacío del hombre,
si tú le
faltas por dentro;
mira el
poder del pecado,
cuando no
envías tu aliento.
Riega la
tierra en sequía,
sana el
corazón enfermo,
lava las
manchas,
infunde
calor de vida en el hielo,
doma el
espíritu indómito,
guía al que
tuerce el sendero.
Reparte tus
siete dones,
según la fe
de tus siervos;
por tu
bondad y tu gracia,
dale al
esfuerzo su mérito;
salva al que
busca salvarse
y danos tu
gozo eterno
MONICIÓN AL EVANGELIO
Las claves de lo que es Pentecostés las encontraremos en el Evangelio de
Juan: Igual que Jesús penetra en el Cenáculo en medio de personas aterradas por
el miedo, así aparece hoy Jesús en nuestro corazón. Vamos a dejarle entrar; Él
nos trae el amor, la paz, la fortaleza, la luz, la compañía... Y nos ofrece
para siempre el Espíritu.
CANTO.
EVANGELIO
El Espíritu de la verdad les guiará hasta
la verdad plena.
+ Lectura del
santo evangelio según San Juan
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Cuando
venga el Defensor, que les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad,
que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también ustedes darán testimonio,
porque desde el principio están conmigo.
Muchas cosas
me quedan por decirles, pero no pueden cargar con ellas por ahora; cuando venga
él, el Espíritu de la verdad, les guiará hasta la verdad plena. Pues lo que
hable no será suyo: hablará de lo que oye y les comunicará lo que está por
venir.
Él me
glorificará, porque recibirá de mí lo que les irá comunicando.
Todo lo que
tiene el Padre es mío.
Por eso les he
dicho que tomará de lo mío y se los anunciará.».
Palabra del Señor
GLORIA A TI SEÑOR JESUS
HOMILIA
CREDO
Creo en Dios
Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilatos,
fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra
de Dios Padre desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo
en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos; el
perdón de los pecados; la resurrección de los muertos; y la vida eterna.
AMEN
ORACION UNIVERSAL
Padre
envía tu Espíritu y sus dones sobre nosotros y sobre este mundo, haz que tu
Reino de amor y justicia llene cada rincón de nuestro mundo y primeramente cada
rincón de nuestro corazón. Así repetimos:
VEN ESPÍRITU Y DANOS TUS SIETE DONES.
1.- Envía,
Señor, tu Espíritu y asiste con tu Sabiduría las acciones del Santo Padre
Benedicto XVI, las de todos los Obispos y diáconos para que guiados por Ella
lleven a la Iglesia a la unidad necesaria y así sea Ésta, luz que ilumine al
mundo entero.
OREMOS
VEN ESPÍRITU Y DANOS TUS SIETE DONES.
2.- Envía,
Señor, tu Espíritu y asiste con tu Entendimiento a todos los gobernantes de la
tierra para que juntos busquen el bien común y así prosperemos todos en paz y
fraternidad.
OREMOS
VEN ESPÍRITU Y DANOS TUS SIETE DONES.
3.- Envía,
Señor, tu Espíritu y asiste con tu Consejo a todos aquellos que andan alejados
de la Iglesia, haz que comprendan el tesoro que lleva dentro, tu Palabra y tu
Eucaristía, a pesar de ser llevada en vasijas de barro.
OREMOS
VEN ESPÍRITU Y DANOS TUS SIETE DONES.
4.- Envía,
Señor, tu Espíritu y asiste con tu Fortaleza a todos aquellos que sufren o
están abatidos o enfermos, haz que recibiendo esa ayuda en su interior afronten
con mayor serenidad las dificultades y salgan pronto vencedores de ellas.
OREMOS
VEN ESPÍRITU Y DANOS TUS SIETE DONES.
5.- Envía,
Señor, tu Espíritu y asiste con tu Ciencia a todos los niños y jóvenes hacen su
primera comunión o su confirmación, llévales a descubrir que en Cristo está el
verdadero valor de todas las cosas.
OREMOS
VEN ESPÍRITU Y DANOS TUS SIETE DONES.
6.- Envía,
Señor, tu Espíritu y asiste con tu Piedad a todos los seglares que trabajan por
la expansión del Evangelio para que sea bajo la acción del Espíritu Santo y
promuevan la unidad entre todos los miembros de la Iglesia.
OREMOS
VEN ESPÍRITU Y DANOS TUS SIETE DONES.
7.- Envía,
Señor, tu Espíritu y asiste con el Temor de Dios a todos tus fieles que se
reúnen alrededor de tu mesa. Para que sea el cumplir ante todo tu voluntad, el
verdadero motor de nuestras vidas.
OREMOS
VEN ESPÍRITU Y DANOS TUS SIETE DONES.
Padre,
estamos necesitados de la acción del Espíritu, haz que venga pronto a nuestros
corazones para que trasformados por Él salgamos a transformar el mundo.
Te lo
pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
AMÉN
CANTO DE OFERTORIO
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oren
hermanos, para que éste sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios,
Padre todopoderoso
EL SEÑOR RECIBA DE TUS MANOS, ÉSTE
SACRIFICIO, PARA ALABANZA Y GLORIA DE SU NOMBRE, PARA NUESTRO BIEN Y EL DE TODA
SU SANTA IGLESIA.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos,
Señor, que, según la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos haga comprender
la realidad misteriosa de este sacrificio y nos lleve al conocimiento pleno de
toda la verdad revelada.
Por
Jesucristo Nuestro Señor
AMEN
PREFACIO
El Señor
este con ustedes.
Y CON TU ESPÍRITU
Levantemos
el corazón
LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR
Demos
gracias al Señor nuestro Dios
ES JUSTO Y NECESARIO
En verdad es
justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues, para
llevar a plenitud el misterio pascual, enviaste hoy el Espíritu Santo sobre los
que habías adoptado como hijos por su participación en Cristo. Aquel mismo
Espíritu que, desde el comienzo, fue el alma de la Iglesia naciente; el
Espíritu que infundió el conocimiento de Dios a todos los pueblos; el Espíritu
que congregó en la confesión de una misma fe a los que el pecado había dividido
en diversidad de lenguas.
Por eso, con
esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también
los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno
de tu gloria:
SANTO CANTO
SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR DIOS DEL
UNIVERSO.
LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU
GLORIA.
HOSSANA EN EL CIELO.
BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL
SEÑOR.
HOSSANA EN EL CIELO
PLEGARIA EUCARÍSTICA III
Santo eres
en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por
Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida
y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu
honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.
Por eso,
Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que
hemos separado para ti,
de manera
que sean Cuerpo y + Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,
que nos
mandó celebrar estos misterios.
Porque él
mismo, la noche en que iba a ser entregado,
tomó pan, y
dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
"Tomen y coman todos de él, porque esto es mi
Cuerpo, que será entregado por ustedes".
Del mismo
modo, acabada la cena, tomó el cáliz y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus
discípulos, diciendo:
"Tomen y beban todos de él, porque éste es el
cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por
ustedes y por todos los hombres para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía".
Este es el sacramento de nuestra fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU
RESURRECCIÓN. ¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues,
Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su
admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida
gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu
mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya
inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el
Cuerpo y Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un
solo cuerpo y un solo espíritu.
Que él nos
transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus
elegidos: con María, la Virgen Madre de
Dios, San José, los apóstoles y
los mártires, San Juan Bosco y todos
los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.
Te pedimos,
Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo
entero.
Confirma en
la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: al tu servidor, el
Papa BENEDICTO XVI, a nuestro Arzobispo
BALTASAR, su Obispo Auxiliar LUIS ALFONSO, al orden episcopal, a los
presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.
Atiende los
deseos de esta familia que has congregado en tu presencia en el domingo, día en
que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal.
Reúne en
torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo.
A nuestros
hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria.
POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL, A TI, DIOS PADRE
OMNIPOTENTE, EN LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO, TODO HONOR Y TODA GLORIA POR LOS
SIGLOS DE LOS SIGLOS.
AMÉN.
RITO DE LA COMUNIÓN
Llenos de
alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la oración que Cristo nos
enseñó:
PADRE NUESTRO, QUE ESTAS EN EL CIELO,
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, VENGA A NOSOTROS TU REINO, HÁGASE TU VOLUNTAD ASÍ EN
LA TIERRA COMO EN EL CIELO.
DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN
NOSOTROS PERDONAMOS A QUIENES NOS OFENDEN.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN Y
LÍBRANOS DE TODO MAL
Líbranos
Señor de todos los males del cuerpo y del espíritu y concédenos la paz en
nuestros días, para que ayudados por tu misericordia podamos vivir libres de
pecado y protegidos de toda inquietud, mientras esperamos la gloriosa venida de
nuestro Salvador Jesucristo.
TUYO ES EL REINO, TUYO EL PODER Y LA
GLORIA, POR SIEMPRE SEÑOR.
Señor
Jesucristo, tú dijiste a los apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les
doy". Que tu Iglesia alcance esa paz y la unidad. Y, a nosotros pecadores,
absueltos de condena y reprobación, presérvanos del mal y consérvanos en tu
amor para que, liberados, por tu ternura y tu compasión, de toda angustia y
tentación; vigilantes reconozcamos cada día, tu gloriosa manifestación.
AMEN
La paz del
Señor esté siempre con ustedes
Y CON TU ESPIRITU
En el
espíritu de Cristo que se ha manifestado hoy dense fraternalmente el saludo de
la paz.
CANTO DE LA PAZ
FRACCION DEL PAN
CANTO
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL
MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL
MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL
MUNDO, DANOS LA PAZ.
Este es el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena
del Señor.
SEÑOR, NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI
CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARÁ PARA SANARME
El Cuerpo y
la Sangre de Cristo nos guarden para la vida eterna.
AMEN
COMUNION
MONICION DE DESPEDIDA
El Espíritu ha llegado. Está con nosotros. Nos trae alegría y esperanza
y amor. Estamos contentos y queremos que todos sepan la causa de nuestra
alegría.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
OREMOS
Oh Dios, que
has comunicado a tu Iglesia los bienes del cielo, conserva los dones que le has
dado, para que el Espíritu Santo sea siempre nuestra fuerza y la eucaristía que
acabamos de recibir acreciente en nosotros la salvación.
Por
Jesucristo Nuestro Señor
AMEN
RITOS DE CONCLUSIÓN
BENDICION SOLEMNE DEL ESPIRITU SANTO
El Señor,
este con ustedes
Y CON TU ESPÍRITU
El Dios,
Padre de los astros, que en el día de hoy iluminó las mentes de sus discípulos
derramando sobre ellos el Espíritu Santo, les alegre con sus bendiciones y les llene
con los dones del Espíritu consolador.
AMEN
Que el mismo
fuego divino, que de manera admirable se posó sobre los apóstoles, purifique sus
corazones de todo pecado y los ilumine con su claridad.
AMEN
Y que el
Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los que el pecado había
dividido en diversidad de lenguas les conceda el don de la perseverancia en
esta misma fe, y así poder pasar de la esperanza a la plena visión.
AMEN
Y la
bendición de Dios todopoderoso, que es amor, Padre, Hijo + y
Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
AMÉN
Con la
gracia y el amor del Padre, podemos irnos en Paz. ALELUYA. ALELUYA
DEMOS GRACIAS A DIOS. ALELUYA. ALELUYA