viernes, 1 de junio de 2012





SOLEMNIDAD DE LA SANTISIMA TRINIDAD

MONICIÓN DE ENTRADA:

Reciban nuestra más cordial bienvenida en este día grande que conmemoramos la Trinidad. Y es que, año tras año, al comenzar la segunda parte del Tiempo Ordinario, celebramos este Domingo de la Santísima Trinidad. Y ante ello –ante la Trinidad Santa--, hoy, además de leer y escuchar la Palabra de Dios en la Eucaristía, deberíamos abrir un silencio gozoso en nuestras almas, pues solamente con esta actitud podremos comprender que la Santísima Trinidad no es una verdad pasada de moda, sino un misterio que nos hace vivir.
Damos los primeros pasos del Tiempo Ordinario que nos acompañará en nuestro recorrido litúrgico hasta el 2 de diciembre en que invocáramos, una vez más a la Trinidad Santísima, en el Primer Domingo de Adviento.

CANTO DE ENTRADA.

RITOS INICIALES

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

AMEN

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con todos ustedes

Y CON TU ESPIRITU

ACTO PENITENCIAL.

El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora a la conversión. Reconozcamos, pues, que somos pecadores e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.

(SILENCIO BREVE)

Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.

CANTO DE PENITENCIA. SEÑOR TEN PIEDAD

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

AMEN.
Gloria a Dios en cielo
Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR. POR TU INMENSA GLORIA TE ALABAMOS, TE BENDECIMOS, TE ADORAMOS, TE GLORIFICAMOS, TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR DIOS, REY CELESTIAL, DIOS PADRE TODOPODEROSO. SEÑOR, HIJO ÚNICO JESUCRISTO. SEÑOR DIOS, CORDERO DE DIOS, HIJO DEL PADRE; TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS; TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, ATIENDE NUESTRA SÚPLICA; TÚ QUE ESTÁS SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE, TEN PIEDAD DE NOSOTROS; PORQUE SÓLO TÚ ERES SANTO, SÓLO TÚ SEÑOR, SÓLO TÚ ALTÍSIMO, JESUCRISTO, CON EL ESPÍRITU SANTO EN LA GLORIA DE DIOS PADRE.

AMÉN.

ORACIÓN COLECTA

OREMOS
Dios, Padre todopoderoso, que has enviado al mundo la Palabra de la verdad y el Espíritu de la santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio; concédenos profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su unidad todopoderosa.

Por nuestro Señor, Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

AMEN

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA:

La primera lectura, que procede del Libro del Deuteronomio, nos ofrece en palabras de Moisés una gran lección de la teología del Dios único que tanto significaba para los judíos. Y para nosotros es lo mismo: porque el Señor es el único Dios en el cielo y en la tierra. Pero además Jesús nos reveló que es un Dios único, pero no solitario y alejado. Es un Dios familiar que convive en la cercanía del Padre y del Hijo. Y que es un Dios amoroso que vierte su amor, por medio del Espíritu, en su Hijo Único y, además, en toda la creación.


PRIMERA LECTURA
El Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro.
Lectura del libro del Deuteronomio

Moisés habló al pueblo, diciendo:
- «Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, palabra tan grande como ésta?; ¿se oyó cosa semejante?; ¿hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo, hablando desde el fuego, y haya sobrevivido?; ¿algún Dios intentó jamás venir a buscarse una nación entre las otras por medio de pruebas, signos, prodigios y guerra, con mano fuerte y brazo poderoso, por grandes terrores, como todo lo que el Señor, vuestro Dios, hizo con vosotros en Egipto, ante vuestros ojos?
Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que el Señor, tu Dios, te da para siempre.».

Palabra de Dios.
TE ALABAMOS SEÑOR

SALMO RESPONSORIAL

DICHOSO EL PUEBLO QUE EL SEÑOR SE ESCOGIÓ COMO HEREDAD.

La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.

DICHOSO EL PUEBLO QUE EL SEÑOR SE ESCOGIÓ COMO HEREDAD.

La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos,
porque él lo dijo, y existió,
él lo mandó, y surgió.

DICHOSO EL PUEBLO QUE EL SEÑOR SE ESCOGIÓ COMO HEREDAD.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.

DICHOSO EL PUEBLO QUE EL SEÑOR SE ESCOGIÓ COMO HEREDAD.

Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.

DICHOSO EL PUEBLO QUE EL SEÑOR SE ESCOGIÓ COMO HEREDAD.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA:

El breve fragmento que vamos a escuchar del capítulo octavo de la Carta de Pablo a los Romanos es un compendio maravilloso de la teología trinitaria. Jesús comunicó a sus discípulos que su nombre preferido para Dios era el de Abba y, además, ha sido el Espíritu Santo que nos ha comunicado que somos hijos de Dios. Texto, pues, muy indicado para el día que celebramos.

SEGUNDA LECTURA

Han recibido un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre).
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos

Hermanos:

Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios.
Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritan «¡Abba!» (Padre).
Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados.

Palabra de Dios.
TE ALABAMOS SEÑOR

MONICIÓN AL EVANGELIO

El Evangelio de San Mateo nos muestra un encargo importante que Jesús hizo a sus apóstoles antes de irse al cielo. Les pidió –y a nosotros también—que fueran por el mundo entero bautizando en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Y ello expresa perfectamente el significado de la Trinidad Santísima que hoy conmemoramos.

CANTO.

EVANGELIO

Bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
+ Lectura del santo evangelio según San Mateo

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les habla indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
- «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.».

Palabra del Señor
GLORIA A TI SEÑOR JESUS

HOMILIA

CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos; el perdón de los pecados; la resurrección de los muertos; y la vida eterna.

AMEN

ORACIÓN DE LOS FIELES

Tres personas y un solo Dios Verdadero. Celebramos esta Eucaristía y a ese Dios trinitario y providente elevamos nuestras súplicas repitiendo:
SANTÍSIMA TRINIDAD, RUEGA POR NOSOTROS.

1.- Dios Padre, no dejes de sostener con tu fuerza a la Iglesia fruto del Espíritu Santo y de la que tu Hijo es la cabeza, oriéntala, siempre, hacia la santidad de sus miembros especialmente de los consagrados.
OREMOS

SANTÍSIMA TRINIDAD, RUEGA POR NOSOTROS.

2.- Señor Jesús, que reinas junto al Padre y en unión del Espíritu Santo, no dejes de atender a todos los que gobiernan la tierra, para que busquen el bien común y el desarrollo de todos.
OREMOS

SANTÍSIMA TRINIDAD, RUEGA POR NOSOTROS.

3.- Espíritu Santo, sopla con fuerza renovada sobre todos aquellos que han perdido la fe y así a través de Cristo y su palabra, por medio de la Iglesia lleguen al Padre.
OREMOS

SANTÍSIMA TRINIDAD, RUEGA POR NOSOTROS.

4.- Dios Padre, Tú que cuidas con tu Providencia todas las cosas haz que nadie tenga falta de comida o alimento, e impulsa con tu Espíritu que los hombres partan el pan con sus hermanos como nos enseñó Cristo.
OREMOS

SANTÍSIMA TRINIDAD, RUEGA POR NOSOTROS.

5.- Señor, Jesús, sé Tú el centro de los hogares cristianos para que con la ayuda del Espíritu permanezca en ellos el Reino del Padre que tú trajiste a nosotros.
OREMOS

SANTÍSIMA TRINIDAD, RUEGA POR NOSOTROS.

6.- Espíritu Santo renueva a todos los que nos hemos reunido ante el sacrificio de Cristo para que alimentados con su Cuerpo y su Sangre anhelemos llegar a la Casa del Padre.
OREMOS

SANTÍSIMA TRINIDAD, RUEGA POR NOSOTROS.

A ti Dios Padre, por medio de Jesucristo y con la fuerza del Espíritu te pedimos que nos concedas todas estas súplicas que tu pueblo te presenta.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.

AMÉN

CANTO DE OFERTORIO

LITURGIA EUCARÍSTICA

Oren, hermanos, para que, llevando al altar los gozos y las fatigas de cada día nos dispongamos a ofrecer el sacrificio agradable a Dios, Padre todopoderoso.

EL SEÑOR RECIBA DE TUS MANOS, ÉSTE SACRIFICIO, PARA ALABANZA Y GLORIA DE SU NOMBRE, PARA NUESTRO BIEN Y EL DE TODA SU SANTA IGLESIA.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Por la invocación de tu santo nombre, santifica, Señor, estos dones que te presentamos y transfórmanos por ellos en ofrenda perenne a tu gloria.
Por Jesucristo Nuestro Señor

AMEN

PREFACIO

El Señor este con ustedes.
Y CON TU ESPÍRITU
Levantemos el corazón
LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR
Demos gracias al Señor nuestro Dios
ES JUSTO Y NECESARIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.

Que con tu único Hijo y el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor; no una sola Persona, sino tres Personas en una sola naturaleza. Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, lo afirmamos también de tu Hijo, y también del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción.

De modo que, al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna Divinidad, adoramos tres Personas distintas, de única naturaleza e iguales en su dignidad. A quien alaban los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales, que no cesan de aclamarte con una sola voz:

SANTO CANTO

SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR DIOS DEL UNIVERSO.
LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU GLORIA.
HOSSANA EN EL CIELO.
BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR.
HOSSANA EN EL CIELO

PLEGARIA EUCARÍSTICA II


Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y + Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.

El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
"Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes".

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:

"Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por todos los hombres para el perdón de los pecados.

Hagan esto en conmemoración mía".

Este es el sacramento de nuestra fe.

ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN. ¡VEN, SEÑOR JESÚS!

Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y reunida aquí en el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal; y con el Papa BENEDICTO XVI, con nuestro Arzobispo BALTASAR, su Obispo Auxiliar LUIS ALFONSO y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad.

Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron con la esperanza de la resurrección y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro.

Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, San José, su Esposo, los apóstoles, San Juan Bosco y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.

POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL, A TI, DIOS PADRE OMNIPOTENTE, EN LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO, TODO HONOR Y TODA GLORIA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.

AMÉN.

RITO DE LA COMUNIÓN

Antes de participar en el banquete de la Eucaristía, signo de reconciliación y vínculo de unión fraterna, oremos juntos como el Señor nos ha enseñado:

PADRE NUESTRO, QUE ESTAS EN EL CIELO, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, VENGA A NOSOTROS TU REINO, HÁGASE TU VOLUNTAD ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO.
DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A QUIENES NOS OFENDEN.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN Y LÍBRANOS DE TODO MAL

Líbranos Señor de todos los males del cuerpo y del espíritu y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu misericordia podamos vivir libres de pecado y protegidos de toda inquietud, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

TUYO ES EL REINO, TUYO EL PODER Y LA GLORIA, POR SIEMPRE SEÑOR.

Señor Jesucristo, tú dijiste a los apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy". Que tu Iglesia alcance esa paz y la unidad. Y, a nosotros pecadores, absueltos de condena y reprobación, presérvanos del mal y consérvanos en tu amor para que, liberados, por tu ternura y tu compasión, de toda angustia y tentación; vigilantes reconozcamos cada día, tu gloriosa manifestación.

AMEN

La paz del Señor esté siempre con ustedes

Y CON TU ESPIRITU

En el espíritu de Cristo que se ha manifestado hoy dense fraternalmente el saludo de la paz.

CANTO DE LA PAZ

FRACCION DEL PAN

CANTO
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, DANOS LA PAZ.

Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.

SEÑOR, NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARÁ PARA SANARME

El Cuerpo y la Sangre de Cristo nos guarden para la vida eterna.

AMEN

COMUNION

MONICION DE DESPEDIDA

Salgamos felices del templo. El descubrimiento de la Trinidad nos demuestra el amor interno de Dios que se proyecta en su criatura. Somos hijos predilectos de Dios.

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN

OREMOS

Al confesar nuestra fe en la Trinidad santa y eterna y en su Unidad indivisible, concédenos, Señor y Dios nuestro, encontrar la salud del alma y del cuerpo en el sacramento que hemos recibido.
Por Jesucristo Nuestro Señor

AMEN

RITOS DE CONCLUSIÓN

El Señor, este con ustedes
Y CON TU ESPÍRITU

La bendición de Dios todopoderoso, que es amor, Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.

AMÉN

Con la gracia y el amor del Padre, podemos irnos en Paz.

DEMOS GRACIAS A DIOS. 

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