III Domingo de Pascua 2012
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III DOMINGO DE PASCUA
2012
MONICIÓN DE ENTRADA:
¡El Señor ha resucitado!, al
iniciar la liturgia de este Tercer Domingo de Pascua Sentimos en nosotros la
alegría inmensa que nos da la Resurrección de Jesús.
Y es que Jesús Resucitado puede llenar nuestras vidas de esperanza, paz
y alegría.
El evangelio nos va a narrar como los discípulos tienen miedo. Y mucho.
Pero también muchos de nosotros –más de 20 siglos después—tenemos miedo, nos
angustia el futuro, en estos tiempos malos de profunda crisis económica.
Jesús nos responde a ese miedo preguntando: “¿Por qué surgen dudas en su
interior?”, como dijo, entonces, a sus discípulos. Y nos hace esa pregunta, a
nosotros mismos…aquí y ahora. Nos pide, también, que le palpemos, que sintamos
su presencia cercana, qué no tengamos temor alguno.
CANTO DE ENTRADA.
RITOS INICIALES
En el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
AMEN
El Dios de
la vida, que ha resucitado a Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte,
esté con todos ustedes
Y CON TU ESPIRITU
ACTO PENITENCIAL.
En el día
que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte,
reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia del Padre para morir al
pecado y resucitar a la vida nueva.
Yo confieso
ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos,
que he
pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:
Por mi
culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso
ruego a santa María, siempre Virgen,
a los
ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que
intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
CANTO DE PENITENCIA. SEÑOR TEN PIEDAD
Dios
todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos
lleve a la vida eterna.
AMEN.
Gloria a
Dios en cielo,
Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR. POR TU INMENSA
GLORIA TE ALABAMOS, TE BENDECIMOS, TE ADORAMOS, TE GLORIFICAMOS, TE DAMOS
GRACIAS, SEÑOR DIOS, REY CELESTIAL, DIOS PADRE TODOPODEROSO. SEÑOR, HIJO ÚNICO
JESUCRISTO. SEÑOR DIOS, CORDERO DE DIOS, HIJO DEL PADRE; TÚ QUE QUITAS EL
PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS; TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
ATIENDE NUESTRA SÚPLICA; TÚ QUE ESTÁS SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE, TEN
PIEDAD DE NOSOTROS; PORQUE SÓLO TÚ ERES SANTO, SÓLO TÚ SEÑOR, SÓLO TÚ ALTÍSIMO,
JESUCRISTO, CON EL ESPÍRITU SANTO EN LA GLORIA DE DIOS PADRE.
AMÉN.
ORACIÓN COLECTA
OREMOS
Que tu
pueblo, Señor, exulte siempre al verse renovado y rejuvenecido en el espíritu,
y que la alegría de haber recobrado la adopción filial afiance su esperanza de
resucitar gloriosamente.
Por nuestro
Señor, Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad
del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
AMEN
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA:
Continuamos
reflejando los relatos de los Hechos de los Apóstoles, que nos narran los
primeros momentos de la Iglesia, tras la Resurrección de Jesucristo.
Pedro habla
a la multitud de Jerusalén, sin rodeos, presentando la culpabilidad del pueblo
y de las autoridades en la muerte de Jesús. Pero les invita, también, al
arrepentimiento. Pedro expone con valentía como se ha llevado a cabo el
principio de la Redención.
PRIMERA LECTURA
Mataste al autor de la vida, pero Dios lo
resucitó de entre los muertos
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles
En aquellos
días, Pedro dijo a la gente:
- «El Dios
de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a
su siervo Jesús, al que ustedes entregaron y rechazaron ante Pilato, cuando
había decidido soltarlo.
Rechazaron al
santo, al justo, y pidieron el indulto de un asesino; mataron al autor de la
vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos.
Sin embargo,
hermanos, sé que lo hicieron por ignorancia, y sus autoridades lo mismo; pero
Dios cumplió de esta manera lo que había dicho por los profetas, que su Mesías
tenía que padecer.
Por tanto, arrepiéntanse
y conviértanse, para que se borren sus pecados.».
Palabra de Dios.
TE ALABAMOS SEÑOR
SALMO RESPONSORIAL
HAZ BRILLAR SOBRE NOSOTROS LA LUZ DE TU
ROSTRO, SEÑOR.
Escúchame
cuando te invoco,
Dios,
defensor mío;
tú que en el
aprieto me diste anchura,
ten piedad
de mí y escucha mi oración.
HAZ BRILLAR SOBRE NOSOTROS LA LUZ DE TU
ROSTRO, SEÑOR.
Hay muchos
que dicen:
«¿Quién nos
hará ver la dicha, si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?».
HAZ BRILLAR SOBRE NOSOTROS LA LUZ DE TU
ROSTRO, SEÑOR.
En paz me
acuesto
y en seguida
me duermo,
porque tú
solo, Señor,
me haces
vivir tranquilo.
HAZ BRILLAR SOBRE NOSOTROS LA LUZ DE TU
ROSTRO, SEÑOR.
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA:
El Apóstol
Juan en su primera Carta –que es nuestra segunda lectura de hoy—nos presenta a
Jesús como víctima propiciatoria por todos los pecados, por los nuestros, por
los de aquellos hermanos del tiempo de Jesús y por los que tienen que venir
todavía. El sacrificio de Jesús en la Cruz es la Redención total para todos los
hombres y mujeres de todos los tiempos.
SEGUNDA LECTURA
Él es víctima de propiciación por
nuestros pecados y también por los del mundo entero
Lectura de la primera carta del apóstol San Juan
Hijos míos, les
escribo esto para que no pequen.
Pero, si
alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo.
Él es
víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino
también por los del mundo entero.
En esto
sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos.
Quien dice:
«Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no
está en él.
Pero quien
guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.
En esto conocemos que estamos en él.
Palabra de Dios.
TE ALABAMOS SEÑOR
MONICIÓN AL EVANGELIO
El fragmento del capítulo del Evangelio de San Lucas que ahora se va a
proclamar es un compendio de las apariciones de Jesús en esos días posteriores
a la Resurrección. Alude a la experiencia de los discípulos de Emaús y también
a las presencias de Jesús Glorificado ante los apóstoles reunidos en el
cenáculo. Les explica la futura misión predicar la conversión y el perdón de
los pecados a todos los pueblos de la tierra.
CANTO.
EVANGELIO
Así estaba escrito: el Mesías padecerá y
resucitará de entre los muertos al tercer día
+ Lectura del
santo evangelio según San Lucas
En aquel
tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo
habían reconocido a Jesús al partir el pan.
Estaban
hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice:
- «Paz a ustedes.»
Llenos de
miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo:
- «¿Por qué se
alarman?, ¿por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies: soy
yo en persona. Pálpenme y dense cuenta de que un fantasma no tiene carne y
huesos, como ven que yo tengo.»
Dicho esto,
les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y
seguían atónitos, les dijo:
- «¿Tienen ahí
algo que comer?»
Ellos le
ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les
dijo:
- «Esto es
lo que les decía mientras estaba con ustedes: que todo lo escrito en la ley de
Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse.»
Entonces les
abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió:
- «Así
estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer
día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a
todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Ustedes son testigos de esto.».
Palabra del Señor
GLORIA A TI SEÑOR JESUS
HOMILIA
CREDO
Creo en Dios
Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilatos,
fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra
de Dios Padre desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo
en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos; el
perdón de los pecados; la resurrección de los muertos; y la vida eterna.
AMEN
ORACION UNIVERSAL
En esta
prolongada mañana de resurrección, nuestros ojos han de acostumbrarse a la
nueva luz que nace del sepulcro vacío. Necesitamos, Padre, que limpies nuestros
ojos del alma para que podamos reconocer a tu Hijo como aquellos apóstoles. Hoy
repetimos:
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU LUZ.
1.- Por el
Papa, los obispos y sacerdotes para que proclamen a los cuatro vientos la gran
noticia del Evangelio.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU LUZ.
2.- Por los
gobernantes para que el Señor les asista en sus decisiones y así contribuyan al
desarrollo de sus pueblos.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU LUZ.
3.- Por
aquellos que no andan a oscuras para que la luz pascual ilumine sus corazones y
descubran el gozo de la mañana en que la Resurrección cambió el curso de
nuestra historia.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU LUZ.
4.- Por
todos los niños y jóvenes que recibirán el Bautismo, la Confirmación o la
Eucaristía por primera vez para que estos sacramentos les hagan crecer en amistad
con Cristo Salvador.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU LUZ.
5.- Por los
enfermos y necesitados para que encuentren pronto la salud y vean satisfechas
todas sus necesidades.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU LUZ.
6.- Por
todos los que nos hemos reunido en torno al altar, para que perseveremos en el
camino de la Luz y nos mantengamos firmes junto a Dios.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU LUZ.
Padre estas
son las necesidades de tu pueblo, atiéndelas, no por nuestros méritos, sino por
la intercesión de tu Hijo que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.
AMÉN
CANTO DE OFERTORIO
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oren
hermanos, para que éste sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios,
Padre todopoderoso
EL SEÑOR RECIBA DE TUS MANOS, ÉSTE
SACRIFICIO, PARA ALABANZA Y GLORIA DE SU NOMBRE, PARA NUESTRO BIEN Y EL DE TODA
SU SANTA IGLESIA.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe,
Señor, las ofrendas de tu Iglesia exultante de gozo, y pues en la resurrección
de tu Hijo nos diste motivo de tanta alegría, concédenos participar también del
gozo eterno.
Por
Jesucristo Nuestro Señor
AMEN
PREFACIO
El Señor
este con ustedes.
Y CON TU ESPÍRITU
Levantemos
el corazón
LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR
Demos
gracias al Señor nuestro Dios
ES JUSTO Y NECESARIO
En verdad es
justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido
inmolado.
Porque él no
cesa de ofrecerse por nosotros, de interceder por todos ante ti; inmolado, ya
no vuelve a morir; sacrificado, vive para siempre.
Por eso, con
esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también
los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno
de tu gloria:
SANTO CANTO
SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR DIOS DEL
UNIVERSO.
LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU
GLORIA.
HOSSANA EN EL CIELO.
BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL
SEÑOR.
HOSSANA EN EL CIELO
PLEGARIA EUCARÍSTICA III
Santo eres
en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por
Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida
y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu
honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.
Por eso,
Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que
hemos separado para ti,
de manera
que sean Cuerpo y + Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,
que nos
mandó celebrar estos misterios.
Porque él
mismo, la noche en que iba a ser entregado,
tomó pan, y
dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
"Tomen y coman todos de él, porque esto es mi
Cuerpo, que será entregado por ustedes".
Del mismo
modo, acabada la cena, tomó el cáliz y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus
discípulos, diciendo:
"Tomen y beban todos de él, porque éste es el
cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por
ustedes y por todos los hombres para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía".
Este es el sacramento de nuestra fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU
RESURRECCIÓN. ¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues,
Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su
admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida
gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu
mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya
inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el
Cuerpo y Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un
solo cuerpo y un solo espíritu.
Que él nos
transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus
elegidos: con María, la Virgen Madre de
Dios, San José, los apóstoles y
los mártires, San Juan Bosco y todos
los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.
Te pedimos,
Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo
entero.
Confirma en
la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: al tu servidor, el
Papa BENEDICTO XVI, a nuestro Arzobispo
BALTASAR, su Obispo Auxiliar LUIS ALFONSO, al orden episcopal, a los
presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.
Atiende los
deseos de esta familia que has congregado en tu presencia en el domingo, día en
que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida
inmortal.
Reúne en
torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo.
A nuestros
hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria.
POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL, A TI, DIOS PADRE
OMNIPOTENTE, EN LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO, TODO HONOR Y TODA GLORIA POR LOS
SIGLOS DE LOS SIGLOS.
AMÉN.
RITO DE LA COMUNIÓN
Llenos de
alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la oración que Cristo nos
enseñó:
PADRE NUESTRO, QUE ESTAS EN EL CIELO,
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, VENGA A NOSOTROS TU REINO, HÁGASE TU VOLUNTAD ASÍ EN
LA TIERRA COMO EN EL CIELO.
DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN
NOSOTROS PERDONAMOS A QUIENES NOS OFENDEN.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN Y
LÍBRANOS DE TODO MAL
Líbranos
Señor de todos los males del cuerpo y del espíritu y concédenos la paz en
nuestros días, para que ayudados por tu misericordia podamos vivir libres de
pecado y protegidos de toda inquietud, mientras esperamos la gloriosa venida de
nuestro Salvador Jesucristo.
TUYO ES EL REINO, TUYO EL PODER Y LA
GLORIA, POR SIEMPRE SEÑOR.
Señor
Jesucristo, tú dijiste a los apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les
doy". Que tu Iglesia alcance esa paz y la unidad. Y, a nosotros pecadores,
absueltos de condena y reprobación, presérvanos del mal y consérvanos en tu
amor para que, liberados, por tu ternura y tu compasión, de toda angustia y
tentación; vigilantes reconozcamos cada día, tu gloriosa manifestación.
AMEN
La paz del
Señor esté siempre con ustedes
Y CON TU ESPIRITU
En el
espíritu de Cristo que se ha manifestado hoy dense fraternalmente el saludo de
la paz.
CANTO DE LA PAZ
FRACCION DEL PAN
CANTO
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL
MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL
MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL
MUNDO, DANOS LA PAZ.
Este es el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena
del Señor.
SEÑOR, NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI
CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARÁ PARA SANARME
El Cuerpo y
la Sangre de Cristo nos guarden para la vida eterna.
AMEN
COMUNIÓN
MONICIÓN DE DESPEDIDA
La Pascua nos comunica alegría y seguridad. Sabemos que Jesús está entre
nosotros y que no nos abandonará nunca. Y esa confianza nos hace felices y da a
nuestras vidas especial alegría. ¡Qué seamos capaces de comunicar a nuestros
familiares y amigos el gozo que llevamos dentro!.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
OREMOS
Mira, Señor,
con bondad a tu pueblo, y ya que has querido renovarlo con estos sacramentos de
vida eterna, concédele también la resurrección gloriosa.
Por
Jesucristo Nuestro Señor
AMEN
BENDICIÓN SOLEMNE.
Que Dios
todopoderoso les bendiga en este día solemne de Pascua, y, que su misericordia
les guarde de todo pecado.
AMÉN.
Y Él que les
ha redimido por la resurrección de Jesucristo, les enriquezca con el premio de
la vida eterna.
AMÉN.
Y a ustedes,
que al terminar los días de la pasión del Señor celebran con gozo la fiesta de
Pascua, les conceda también alegrase con el gozo de la Pascua eterna.
AMÉN.
Y la
bendición de Dios todopoderoso, que es amor Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
AMÉN.
Pueden ir en
paz, aleluya, aleluya.
DEMOS GRACIAS A DIOS, ALELUYA, ALELUYA.
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