jueves, 12 de abril de 2012

II DOMINGO DE PASCUA 2012




II DOMINGO DE PASCUA 2012

MONICIÓN DE ENTRADA:

Reciban nuestra más cordial y alegre bienvenida.
Estamos en Pascua.
Celebramos el II Domingo que es, un poco, reflejo del Primero.
Durante toda semana hemos celebrado la Octava de Pascua que es alegre recuerdo litúrgico del día en que el Señor Jesús resucitó.
Y hoy es, asimismo, tiempo de alegría, de paz, de renovación.
Jesús ha resucitado y nos ha salvado.
Y sobre todo emerge el testimonio impresionante del Apóstol Tomás que tras dudar, cae derrumbado sobre la evidencia gloriosa del Resucitado.
“¡Señor Mío y Dios Mío!”, la frase de Tomás se ha convertido en la jaculatoria más repetida por los fieles en toda la historia de la Iglesia.
Y hoy conmemoramos, asimismo y por disposición del siempre recordado Beato Juan Pablo II, el Domingo de la Misericordia.
Iniciemos nuestra Eucaristía con el entusiasmo y la alegría de nuestros cantos…

CANTO DE ENTRADA.

RITOS INICIALES

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

AMEN

El Dios de la vida, que ha resucitado a Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos ustedes

Y CON TU ESPIRITU

ACTO PENITENCIAL.

En el día que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte, reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia del Padre para morir al pecado y resucitar a la vida nueva.
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.


CANTO DE PENITENCIA. SEÑOR TEN PIEDAD

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

AMEN.

Gloria a Dios en cielo,

Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR. POR TU INMENSA GLORIA TE ALABAMOS, TE BENDECIMOS, TE ADORAMOS, TE GLORIFICAMOS, TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR DIOS, REY CELESTIAL, DIOS PADRE TODOPODEROSO. SEÑOR, HIJO ÚNICO JESUCRISTO. SEÑOR DIOS, CORDERO DE DIOS, HIJO DEL PADRE; TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS; TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, ATIENDE NUESTRA SÚPLICA; TÚ QUE ESTÁS SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE, TEN PIEDAD DE NOSOTROS; PORQUE SÓLO TÚ ERES SANTO, SÓLO TÚ SEÑOR, SÓLO TÚ ALTÍSIMO, JESUCRISTO, CON EL ESPÍRITU SANTO EN LA GLORIA DE DIOS PADRE.

AMÉN.

ORACIÓN COLECTA

OREMOS
Dios de misericordia infinita, que reafirmas la fe de tu pueblo con el retorno anual de las fiestas pascuales, acrecienta en nosotros los dones de tu gracia, para que comprendamos mejor la inestimable riqueza del bautismo que nos ha purificado, del espíritu que nos ha hecho renacer y de la sangre que nos ha redimido.

Por nuestro Señor, Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

AMEN

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA:

La primera lectura de hoy es un fragmento del capítulo cuarto de los Hechos de los Apóstoles que nos narra una completa vida en común de los fieles de la primitiva Iglesia de Jerusalén. Todos pensaban y sentían lo mismo. Y reunían los bienes y las posesiones de todos como un patrimonio común. La resurrección del Señor les había unido con un vínculo muy fuerte y lleno de esperanza. ¡Qué lástima que nosotros –hoy—no sigamos así!

PRIMERA LECTURA
Todos pensaban y sentían lo mismo
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía.
Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor.
Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

Palabra de Dios.
TE ALABAMOS SEÑOR

SALMO RESPONSORIAL

DEN GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.

Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Diga la casa de Aarón:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia.

DEN GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo.

DEN GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.

Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios,
él nos ilumina.

DEN GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA:

La segunda lectura es de la Primera Carta del Apóstol San Juan y en ella nos explica que quien ha nacido de Dios vence al mundo. Y creer en Jesús como Mesías, es lo que nos hace Hijos predilectos de Dios. Dice también Juan que el auténtico amor a Dios se demuestra cumpliendo sus mandamientos. Es, en cierto modo, una aplicación teológica del antiguo refrán castellano: “Obras son amores, y no buenas razones”.

SEGUNDA LECTURA
Todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo
Lectura de la primera carta del apóstol San Juan

Queridos hermanos:
Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él.
En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.
Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo.
Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.

Palabra de Dios.
TE ALABAMOS SEÑOR


MONICIÓN AL EVANGELIO

El Evangelio de San Juan nos narra la aparición de Jesús a los discípulos en el Cenáculo, el mismo “primer día de la semana”, el Domingo de Resurrección. Pero Tomás no estaba y no cree que el Señor se haya presentado. Ocho días después se aparece otra vez, estando ya allí el apóstol Tomás. Su desconfianza se transformó en fe inquebrantable que se expresa en esa oración de “Señor Mío y Dios Mío” que tanto han repetido desde entonces millones y millones de cristianos.

CANTO.

SECUENCIA

Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta.
«¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!
Vengan a Galilea, allí el Señor aguarda; allí veras a los suyos la gloria de la Pascua.»
Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tu victoria santa.


EVANGELIO

A los ocho días, llegó Jesús
+ Lectura del santo evangelio según San Juan

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
- «Paz a ustedes.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
- «Paz a ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también les envío yo. »
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
- «Reciban el Espíritu Santo; a quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos.»
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
- «Hemos visto al Señor.»
Pero él les contestó:
- «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
- «Paz a ustedes.»
Luego dijo a Tomás:
- «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»
Contestó Tomás:
- «¡Señor mío y Dios mío!»
Jesús le dijo:
- «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.

Palabra del Señor
GLORIA A TI SEÑOR JESUS

HOMILIA

CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos; el perdón de los pecados; la resurrección de los muertos; y la vida eterna.

AMEN

ORACIONES UNIVERSAL:

Domingo de la Misericordia, día de acercarnos a ese misterio de Cristo resucitado con el alma absorta en la situación y dejarnos llenar por los dones de su perdón y su misericordia. Hoy repetimos:

SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.

1.- Por el Papa, los obispos y sacerdotes para que sean portadores de tu misericordia a este mundo tan necesitada de ella.
OREMOS

SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.

2.- Por los gobernantes para que sea la misericordia y no el egoísmo lo que mueva sus acciones.
OREMOS

SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.

3.- Por aquellos que no han recibido la buena noticia, o que no atienden a su eco, para que descubran en la labor de la Iglesia a Cristo resucitado.
OREMOS

SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.

4.- Por las familias cristianas que en este tiempo de Pascua se llenen de la alegría nacida tras la resurrección y sea Cristo resucitado quien impulse su caminar.
OREMOS

SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.

5.- Por todos los enfermos y necesitados, para que encuentren en nosotros alivio a sus necesidades espirituales y materiales.
OREMOS

SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.

6.- Por todos nosotros que vivimos la alegría de la Resurrección para que esta emoción nos impulse a llevar el Amor de Dios a todos nuestros hermanos.
OREMOS

SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.

Padre de la Misericordia, concede a tu pueblo que se goza de la Resurrección de tu Hijo todas las súplicas que te presenta.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.

AMÉN


CANTO DE OFERTORIO

LITURGIA EUCARÍSTICA

Oren hermanos, para que éste sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso

EL SEÑOR RECIBA DE TUS MANOS, ÉSTE SACRIFICIO, PARA ALABANZA Y GLORIA DE SU NOMBRE, PARA NUESTRO BIEN Y EL DE TODA SU SANTA IGLESIA.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, las ofrendas que juntos te presentamos, y haz que renovados por la fe y el bautismo, consigamos la eterna bienaventuranza.
Por Jesucristo Nuestro Señor

AMEN

PREFACIO

El Señor este con ustedes.
Y CON TU ESPÍRITU
Levantemos el corazón
LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR
Demos gracias al Señor nuestro Dios
ES JUSTO Y NECESARIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este día en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque él es el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra muerte, y resucitando restauró la vida.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:

SANTO CANTO

SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR DIOS DEL UNIVERSO.
LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU GLORIA.
HOSSANA EN EL CIELO.
BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR.
HOSSANA EN EL CIELO

PLEGARIA EUCARÍSTICA III

Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.

Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti,
de manera que sean Cuerpo y + Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,
que nos mandó celebrar estos misterios.

Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado,
tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:

"Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes".

Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:

"Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por todos los hombres para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía".

Este es el sacramento de nuestra fe.

ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN. ¡VEN, SEÑOR JESÚS!

Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.

Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu.

Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, San José, los apóstoles y los mártires, San Juan Bosco y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.

Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero.

Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: al tu servidor, el Papa BENEDICTO XVI, a nuestro Arzobispo BALTASAR, su Obispo Auxiliar LUIS ALFONSO, al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.
Atiende los deseos de esta familia que has congregado en tu presencia en el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal.

Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo.
A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria.

POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL, A TI, DIOS PADRE OMNIPOTENTE, EN LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO, TODO HONOR Y TODA GLORIA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.

AMÉN.

RITO DE LA COMUNIÓN

Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la oración que Cristo nos enseñó:

PADRE NUESTRO, QUE ESTAS EN EL CIELO, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, VENGA A NOSOTROS TU REINO, HÁGASE TU VOLUNTAD ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO.
DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A QUIENES NOS OFENDEN.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN Y LÍBRANOS DE TODO MAL

Líbranos Señor de todos los males del cuerpo y del espíritu y concédenos la paz en nuestros días, para que ayudados por tu misericordia podamos vivir libres de pecado y protegidos de toda inquietud, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

TUYO ES EL REINO, TUYO EL PODER Y LA GLORIA, POR SIEMPRE SEÑOR.

Señor Jesucristo, tú dijiste a los apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy". Que tu Iglesia alcance esa paz y la unidad. Y, a nosotros pecadores, absueltos de condena y reprobación, presérvanos del mal y consérvanos en tu amor para que, liberados, por tu ternura y tu compasión, de toda angustia y tentación; vigilantes reconozcamos cada día, tu gloriosa manifestación.

AMEN

La paz del Señor esté siempre con ustedes

Y CON TU ESPIRITU

En el espíritu de Cristo que se ha manifestado hoy dense fraternalmente el saludo de la paz.

CANTO DE LA PAZ

FRACCION DEL PAN

CANTO
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, DANOS LA PAZ.

Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.

SEÑOR, NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARÁ PARA SANARME

El Cuerpo y la Sangre de Cristo nos guarden para la vida eterna.

AMEN

COMUNION

MONICION DE DESPEDIDA

Que nuestra alegría pascual transcienda fuera, que el mundo entero sepa que somos felices porque Jesús de Nazaret –Nuestro Dios y Nuestro Señor—nos ha traído la seguridad de la Vida Eterna. Él ha resucitado y nosotros con Él.

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN

OREMOS

Concédenos, Dios todopoderoso, que la fuerza del sacramento pascual, que hemos recibido, persevere siempre en nosotros.
Por Jesucristo Nuestro Señor

AMEN

BENDICIÓN SOLEMNE.

Que Dios todopoderoso les bendiga en este día solemne de Pascua, y, que su misericordia les guarde de todo pecado.
AMÉN.
Y Él que les ha redimido por la resurrección de Jesucristo, les enriquezca con el premio de la vida eterna.
AMÉN.
Y a ustedes, que al terminar los días de la pasión del Señor celebran con gozo la fiesta de Pascua, les conceda también alegrase con el gozo de la Pascua eterna.
AMÉN.
Y la bendición de Dios todopoderoso, que es amor Padre, Hijo + y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
AMÉN.

Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.

DEMOS GRACIAS A DIOS, ALELUYA, ALELUYA.

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