II Domingo de Pascua 2012
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II DOMINGO DE PASCUA
2012
MONICIÓN DE ENTRADA:
Reciban nuestra más cordial y alegre bienvenida.
Estamos en Pascua.
Celebramos el II Domingo que es, un poco, reflejo del Primero.
Durante toda semana hemos celebrado la Octava de Pascua que es alegre
recuerdo litúrgico del día en que el Señor Jesús resucitó.
Y hoy es, asimismo, tiempo de alegría, de paz, de renovación.
Jesús ha resucitado y nos ha salvado.
Y sobre todo emerge el testimonio impresionante del Apóstol Tomás que
tras dudar, cae derrumbado sobre la evidencia gloriosa del Resucitado.
“¡Señor Mío y Dios Mío!”, la frase de Tomás se ha convertido en la
jaculatoria más repetida por los fieles en toda la historia de la Iglesia.
Y hoy conmemoramos, asimismo y por disposición del siempre recordado
Beato Juan Pablo II, el Domingo de la Misericordia.
Iniciemos nuestra Eucaristía con el entusiasmo y la alegría de nuestros
cantos…
CANTO DE ENTRADA.
RITOS INICIALES
En el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
AMEN
El Dios de
la vida, que ha resucitado a Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte,
esté con todos ustedes
Y CON TU ESPIRITU
ACTO PENITENCIAL.
En el día
que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte,
reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia del Padre para morir al
pecado y resucitar a la vida nueva.
Yo confieso
ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos,
que he
pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:
Por mi
culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso
ruego a santa María, siempre Virgen,
a los
ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que
intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
CANTO DE PENITENCIA. SEÑOR TEN PIEDAD
Dios
todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve
a la vida eterna.
AMEN.
Gloria a
Dios en cielo,
Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR. POR TU INMENSA
GLORIA TE ALABAMOS, TE BENDECIMOS, TE ADORAMOS, TE GLORIFICAMOS, TE DAMOS
GRACIAS, SEÑOR DIOS, REY CELESTIAL, DIOS PADRE TODOPODEROSO. SEÑOR, HIJO ÚNICO
JESUCRISTO. SEÑOR DIOS, CORDERO DE DIOS, HIJO DEL PADRE; TÚ QUE QUITAS EL
PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS; TÚ QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO,
ATIENDE NUESTRA SÚPLICA; TÚ QUE ESTÁS SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE, TEN
PIEDAD DE NOSOTROS; PORQUE SÓLO TÚ ERES SANTO, SÓLO TÚ SEÑOR, SÓLO TÚ ALTÍSIMO,
JESUCRISTO, CON EL ESPÍRITU SANTO EN LA GLORIA DE DIOS PADRE.
AMÉN.
ORACIÓN COLECTA
OREMOS
Dios de
misericordia infinita, que reafirmas la fe de tu pueblo con el retorno anual de
las fiestas pascuales, acrecienta en nosotros los dones de tu gracia, para que
comprendamos mejor la inestimable riqueza del bautismo que nos ha purificado,
del espíritu que nos ha hecho renacer y de la sangre que nos ha redimido.
Por nuestro
Señor, Jesucristo, tu Hijo, que siendo Dios vive y reina contigo, en la unidad
del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
AMEN
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA:
La primera
lectura de hoy es un fragmento del capítulo cuarto de los Hechos de los
Apóstoles que nos narra una completa vida en común de los fieles de la
primitiva Iglesia de Jerusalén. Todos pensaban y sentían lo mismo. Y reunían
los bienes y las posesiones de todos como un patrimonio común. La resurrección
del Señor les había unido con un vínculo muy fuerte y lleno de esperanza. ¡Qué
lástima que nosotros –hoy—no sigamos así!
PRIMERA LECTURA
Todos pensaban y sentían lo mismo
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles
En el grupo
de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y
nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía.
Los
apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor.
Y Dios los
miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían
tierras o casas las vendían traían el dinero y lo ponían a disposición de los
apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.
Palabra de Dios.
TE ALABAMOS SEÑOR
SALMO RESPONSORIAL
DEN GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Diga la casa
de Israel:
eterna es su
misericordia.
Diga la casa
de Aarón:
eterna es su
misericordia.
Digan los
fieles del Señor:
eterna es su
misericordia.
DEN GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
La piedra
que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Es el Señor
quien lo ha hecho,
ha sido un
milagro patente.
Éste es el
día en que actuó el Señor:
sea nuestra
alegría y nuestro gozo.
DEN GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Señor, danos
la salvación;
Señor, danos
prosperidad.
Bendito el
que viene en nombre del Señor,
os
bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es
Dios,
él nos
ilumina.
DEN GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO,
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA:
La segunda
lectura es de la Primera Carta del Apóstol San Juan y en ella nos explica que
quien ha nacido de Dios vence al mundo. Y creer en Jesús como Mesías, es lo que
nos hace Hijos predilectos de Dios. Dice también Juan que el auténtico amor a
Dios se demuestra cumpliendo sus mandamientos. Es, en cierto modo, una
aplicación teológica del antiguo refrán castellano: “Obras son amores, y no
buenas razones”.
SEGUNDA LECTURA
Todo lo que ha nacido de Dios vence al
mundo
Lectura de la primera carta del apóstol San Juan
Queridos
hermanos:
Todo el que
cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da
el ser ama también al que ha nacido de él.
En esto
conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus
mandamientos.
Pues en esto
consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos
no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo.
Y lo que ha
conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al
mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Éste es el
que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y
con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la
verdad.
Palabra de Dios.
TE ALABAMOS SEÑOR
MONICIÓN AL EVANGELIO
El Evangelio de San Juan nos narra la aparición de Jesús a los
discípulos en el Cenáculo, el mismo “primer día de la semana”, el Domingo de
Resurrección. Pero Tomás no estaba y no cree que el Señor se haya presentado.
Ocho días después se aparece otra vez, estando ya allí el apóstol Tomás. Su
desconfianza se transformó en fe inquebrantable que se expresa en esa oración
de “Señor Mío y Dios Mío” que tanto han repetido desde entonces millones y
millones de cristianos.
CANTO.
SECUENCIA
Ofrezcan los
cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima propicia de la Pascua.
Cordero sin
pecado que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza.
Lucharon
vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la Vida, triunfante se
levanta.
«¿Qué has
visto de camino, María, en la mañana?»
«A mi Señor
glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja.
¡Resucitó de
veras mi amor y mi esperanza!
Vengan a
Galilea, allí el Señor aguarda; allí veras a los suyos la gloria de la Pascua.»
Primicia de
los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no
manda.
Rey
vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tu victoria
santa.
EVANGELIO
A los ocho días, llegó Jesús
+ Lectura del
santo evangelio según San Juan
Al anochecer
de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con
las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en
medio y les dijo:
- «Paz a ustedes.»
Y, diciendo
esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de
alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
- «Paz a ustedes.
Como el Padre me ha enviado, así también les envío yo. »
Y, dicho
esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
- «Reciban el
Espíritu Santo; a quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados; a
quienes se los retengan, les quedan retenidos.»
Tomás, uno
de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los
otros discípulos le decían:
- «Hemos
visto al Señor.»
Pero él les
contestó:
- «Si no veo
en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los
clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»
A los ocho
días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús,
estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
- «Paz a ustedes.»
Luego dijo a
Tomás:
- «Trae tu
dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente.»
Contestó
Tomás:
- «¡Señor
mío y Dios mío!»
Jesús le
dijo:
- «¿Porque
me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»
Muchos otros
signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los
discípulos. Éstos se han escrito para que crean que Jesús es el Mesías, el Hijo
de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.
Palabra del Señor
GLORIA A TI SEÑOR JESUS
HOMILIA
CREDO
Creo en Dios
Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único
Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue
crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra
de Dios Padre desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo
en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos; el
perdón de los pecados; la resurrección de los muertos; y la vida eterna.
AMEN
ORACIONES UNIVERSAL:
Domingo de
la Misericordia, día de acercarnos a ese misterio de Cristo resucitado con el
alma absorta en la situación y dejarnos llenar por los dones de su perdón y su
misericordia. Hoy repetimos:
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.
1.- Por el
Papa, los obispos y sacerdotes para que sean portadores de tu misericordia a
este mundo tan necesitada de ella.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.
2.- Por los
gobernantes para que sea la misericordia y no el egoísmo lo que mueva sus
acciones.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.
3.- Por
aquellos que no han recibido la buena noticia, o que no atienden a su eco, para
que descubran en la labor de la Iglesia a Cristo resucitado.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.
4.- Por las
familias cristianas que en este tiempo de Pascua se llenen de la alegría nacida
tras la resurrección y sea Cristo resucitado quien impulse su caminar.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.
5.- Por
todos los enfermos y necesitados, para que encuentren en nosotros alivio a sus
necesidades espirituales y materiales.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.
6.- Por
todos nosotros que vivimos la alegría de la Resurrección para que esta emoción
nos impulse a llevar el Amor de Dios a todos nuestros hermanos.
OREMOS
SEÑOR, MUÉSTRANOS TU MISERICORDIA.
Padre de la
Misericordia, concede a tu pueblo que se goza de la Resurrección de tu Hijo
todas las súplicas que te presenta.
Te lo
pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
AMÉN
CANTO DE OFERTORIO
LITURGIA EUCARÍSTICA
Oren
hermanos, para que éste sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios,
Padre todopoderoso
EL SEÑOR RECIBA DE TUS MANOS, ÉSTE
SACRIFICIO, PARA ALABANZA Y GLORIA DE SU NOMBRE, PARA NUESTRO BIEN Y EL DE TODA
SU SANTA IGLESIA.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor,
las ofrendas que juntos te presentamos, y haz que renovados por la fe y el
bautismo, consigamos la eterna bienaventuranza.
Por
Jesucristo Nuestro Señor
AMEN
PREFACIO
El Señor
este con ustedes.
Y CON TU ESPÍRITU
Levantemos
el corazón
LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR
Demos
gracias al Señor nuestro Dios
ES JUSTO Y NECESARIO
En verdad es
justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca en este día en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque él es
el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra
muerte, y resucitando restauró la vida.
Por eso, con
esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también
los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno
de tu gloria:
SANTO CANTO
SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR DIOS DEL
UNIVERSO.
LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU
GLORIA.
HOSSANA EN EL CIELO.
BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL
SEÑOR.
HOSSANA EN EL CIELO
PLEGARIA EUCARÍSTICA III
Santo eres
en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por
Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida
y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu
honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.
Por eso,
Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que
hemos separado para ti,
de manera
que sean Cuerpo y + Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,
que nos
mandó celebrar estos misterios.
Porque él
mismo, la noche en que iba a ser entregado,
tomó pan, y
dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
"Tomen y coman todos de él, porque esto es mi
Cuerpo, que será entregado por ustedes".
Del mismo
modo, acabada la cena, tomó el cáliz y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus
discípulos, diciendo:
"Tomen y beban todos de él, porque éste es el
cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por
ustedes y por todos los hombres para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía".
Este es el sacramento de nuestra fe.
ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU
RESURRECCIÓN. ¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Así, pues,
Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su
admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida
gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu
mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya
inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el
Cuerpo y Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un
solo cuerpo y un solo espíritu.
Que él nos
transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus
elegidos: con María, la Virgen Madre de
Dios, San José, los apóstoles y
los mártires, San Juan Bosco y todos
los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.
Te pedimos,
Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo
entero.
Confirma en
la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: al tu servidor, el
Papa BENEDICTO XVI, a nuestro Arzobispo
BALTASAR, su Obispo Auxiliar LUIS ALFONSO, al orden episcopal, a los
presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.
Atiende los
deseos de esta familia que has congregado en tu presencia en el domingo, día en
que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal.
Reúne en
torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo.
A nuestros
hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde
esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria.
POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL, A TI, DIOS PADRE
OMNIPOTENTE, EN LA UNIDAD DEL ESPÍRITU SANTO, TODO HONOR Y TODA GLORIA POR LOS
SIGLOS DE LOS SIGLOS.
AMÉN.
RITO DE LA COMUNIÓN
Llenos de
alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la oración que Cristo nos
enseñó:
PADRE NUESTRO, QUE ESTAS EN EL CIELO,
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, VENGA A NOSOTROS TU REINO, HÁGASE TU VOLUNTAD ASÍ EN
LA TIERRA COMO EN EL CIELO.
DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN
NOSOTROS PERDONAMOS A QUIENES NOS OFENDEN.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN Y
LÍBRANOS DE TODO MAL
Líbranos
Señor de todos los males del cuerpo y del espíritu y concédenos la paz en
nuestros días, para que ayudados por tu misericordia podamos vivir libres de
pecado y protegidos de toda inquietud, mientras esperamos la gloriosa venida de
nuestro Salvador Jesucristo.
TUYO ES EL REINO, TUYO EL PODER Y LA
GLORIA, POR SIEMPRE SEÑOR.
Señor
Jesucristo, tú dijiste a los apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les
doy". Que tu Iglesia alcance esa paz y la unidad. Y, a nosotros pecadores,
absueltos de condena y reprobación, presérvanos del mal y consérvanos en tu
amor para que, liberados, por tu ternura y tu compasión, de toda angustia y
tentación; vigilantes reconozcamos cada día, tu gloriosa manifestación.
AMEN
La paz del
Señor esté siempre con ustedes
Y CON TU ESPIRITU
En el
espíritu de Cristo que se ha manifestado hoy dense fraternalmente el saludo de
la paz.
CANTO DE LA PAZ
FRACCION DEL PAN
CANTO
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL
MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL
MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS.
CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL
MUNDO, DANOS LA PAZ.
Este es el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena
del Señor.
SEÑOR, NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI
CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARÁ PARA SANARME
El Cuerpo y
la Sangre de Cristo nos guarden para la vida eterna.
AMEN
COMUNION
MONICION DE DESPEDIDA
Que nuestra alegría pascual transcienda fuera, que el mundo entero sepa
que somos felices porque Jesús de Nazaret –Nuestro Dios y Nuestro Señor—nos ha
traído la seguridad de la Vida Eterna. Él ha resucitado y nosotros con Él.
ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN
OREMOS
Concédenos,
Dios todopoderoso, que la fuerza del sacramento pascual, que hemos recibido,
persevere siempre en nosotros.
Por
Jesucristo Nuestro Señor
AMEN
BENDICIÓN SOLEMNE.
Que Dios
todopoderoso les bendiga en este día solemne de Pascua, y, que su misericordia
les guarde de todo pecado.
AMÉN.
Y Él que les
ha redimido por la resurrección de Jesucristo, les enriquezca con el premio de
la vida eterna.
AMÉN.
Y a ustedes,
que al terminar los días de la pasión del Señor celebran con gozo la fiesta de
Pascua, les conceda también alegrase con el gozo de la Pascua eterna.
AMÉN.
Y la
bendición de Dios todopoderoso, que es amor Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
AMÉN.
Pueden ir en
paz, aleluya, aleluya.
DEMOS GRACIAS A DIOS, ALELUYA, ALELUYA.
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