En el primer domingo de adviento
La Virgen de “Las Mercedes” subió al Vallecito
(03/12/2017).- Al despuntar
el alba de éste primer domingo de adviento, las calles de la Parroquia Milla de
la ciudad de Mérida se llenaron de oraciones, acordes de violines, arpegios de
guitarras y cuatros, sonidos de maracas, caballeros en sombreros y damas que
rosario en mano, acompañaron la imagen de “La Virgen de Las Mercedes”, en su peregrinar
hasta la capilla con su homónimo ubicado en el sector de “El Vallecito”.
El presbítero Leonardo Mendoza, párroco de San Juan Bautista de Milla,
encabezó la tradicional peregrinación, la cual se realiza todos los primeros
domingos de diciembre y que, reúne a los fieles alrededor de la milagrosa
imagen de la Virgen María bajo la advocación de “Las Mercedes”.
El ancestral cuadro, reposa durante todo el año en la capilla de “El Vallecito”,
es “bajada el tercer domingo de septiembre hasta la iglesia de Milla, donde
permanece para su veneración hasta el primer domingo de diciembre, cuando sus
devotos la “suben” en peregrinación hasta su capilla natural, haciendo de este
acto religioso, una fiesta propia del devocionario típico y popular del pueblo
andino.
A las 6:30 de la mañana la eucaristía comenzó en la Iglesia de San
Juan Bautista de Milla, con ella se despidió el venerado cuadro que recorrió la
avenida dos subiendo, pasando por la Hoyada de Milla, llegando a la Vuelta de
Lola, bajando hasta “El Mucujun”, donde inició su ascenso por camino de tierra
hasta la planta de tratamiento de agua de “El Vallecito”, para proseguir en carretera
asfaltada hasta su capilla natural.
Esta peregrinación se hace con la devoción propia de los merideños, es
acompañada por el rezo del rosario, la visita a los altares dispuestos en las
puertas de las casas que se ubican en el recorrido, el sonido de la música
andina y el inigualable ruido de morteros, que este año fueron menos pero los
suficientes para honrar esta tradición.
Cabe destacar que en esta oportunidad, los puestos de venta de comida típica a lo largo del recorrido, no fue ni siquiera apreciable, la situación país mermó esta tradición, ni pastelitos ni chicha y menos hallacas, acompañaron a la Virgen, a quien si se le rogó con ahínco, que devuelva el país prospero, pujante y libre, que los merideños recuerdan.
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