martes, 20 de diciembre de 2016

Que se hagan las Ferias del Sol

Euro Lobo. CNP 12.112

El diccionario define la palabra “Feria” como “un evento económico, social o cultural” que se realiza en un lugar determinado con un objetivo definido, que busca desarrollar las potencialidades de quienes la organizan y que usualmente, redunda en beneficios económicos para sus promotores.

Las Ferias Internacionales del Sol, son festividades que desde hace 49 años se vienen realizando en la ciudad de Mérida, en principio, con el fin de festejar la fiesta de la patrona de la ciudad “La Virgen Inmaculada” y  actualmente, con el fin de brindar a los comerciantes y micro empresarios, sobre todo en el sector turístico y hotelero, la mejor oportunidad de incrementar sus ingresos económicos, de los cuales, la ciudad también se favorece copiosamente y se proyecta mundialmente.

Pretender que estas festividades son solo bacanales en las que pocos se aprovechan, es mantener una visión sesgada, egoísta y poco comprometida con el desarrollo de la ciudad.

Objetar la organización y realización de estos festejos bajo la excusa de que quien los planifica realiza gastos excesivos, es pretender ingratamente, negar la posibilidad real de promocionar a la ciudad, los ciudadanos, el comercio, la hotelería, el gentilicio y la atención, que en otras partes del mundo, constituyen motores de la industria económica y turística.

Estas ferias, internacionales por demás, son organizadas por el ayuntamiento de la ciudad, sin invertir casi ningún desembolso económico, pues quienes las planifican lo hacen de manera desinteresada, manteniendo un sueldo y un empleo formal en calidad de “comisión de servicio”, en favor de la ciudad que en general se nutre con los visitantes, tanto los naturales de la región, como los que hacen un largo periplo para gozar de las bellezas naturales de la urbe, de la cordialidad y caballerosidad de sus habitantes, y para participar en los distintos eventos que para las fechas se patrocinan.

Por su parte la ciudad gana en promoción, al ayuntamiento le ingresan buenos recursos que son empleados transparentemente para gastos propios, cubriendo obligaciones que por ley deberían pagarse con dinero que constitucionalmente le debe transferir la nación y que por razones políticas y anti constitucionales, le niega.

Los comerciantes, empresarios y micro emprendedores, se benefician pues pueden promocionar sus productos, ideas y servicios, llegando a un público mucho más amplio y con ánimo de inversión.

En resumen la Feria Internacional del Sol, que ahora arriba a su 49 edición, en un momento álgido para el devenir nacional, cuya crítica situación no admite celebraciones, es una excelente oportunidad para que Mérida crezca, se muestre, generé ingresos y se destaqué como potencial turístico y recreacional, a la par de las grandes urbes mundiales. Por tal razón resulta mezquino un pronunciamiento contrario, aunque pertinente en el ámbito de la pluralidad de juicio que defendemos desde nuestra postura democrática.


Es pertinente exhortar pues, a quienes aún se niegan egoístamente a permitir esta oportunidad, para que aporten entonces su grano y su idea, expliquen cómo lograr la proyección y los ingresos que se requieren y se posicione a la ciudad como el potencial que se ha forjado en estos 49 festejos anteriores. 

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