Euro Lobo. CNP 12.112
El diccionario
define la palabra “Feria” como “un evento económico, social o cultural” que se
realiza en un lugar determinado con un objetivo definido, que busca desarrollar
las potencialidades de quienes la organizan y que usualmente, redunda en
beneficios económicos para sus promotores.
Las Ferias
Internacionales del Sol, son festividades que desde hace 49 años se vienen
realizando en la ciudad de Mérida, en principio, con el fin de festejar la
fiesta de la patrona de la ciudad “La Virgen Inmaculada” y actualmente, con el fin de brindar a los
comerciantes y micro empresarios, sobre todo en el sector turístico y hotelero,
la mejor oportunidad de incrementar sus ingresos económicos, de los cuales, la
ciudad también se favorece copiosamente y se proyecta mundialmente.
Pretender que estas
festividades son solo bacanales en las que pocos se aprovechan, es mantener una
visión sesgada, egoísta y poco comprometida con el desarrollo de la ciudad.
Objetar la
organización y realización de estos festejos bajo la excusa de que quien los planifica
realiza gastos excesivos, es pretender ingratamente, negar la posibilidad real
de promocionar a la ciudad, los ciudadanos, el comercio, la hotelería, el
gentilicio y la atención, que en otras partes del mundo, constituyen motores de
la industria económica y turística.
Estas ferias,
internacionales por demás, son organizadas por el ayuntamiento de la ciudad,
sin invertir casi ningún desembolso económico, pues quienes las planifican lo
hacen de manera desinteresada, manteniendo un sueldo y un empleo formal en
calidad de “comisión de servicio”, en favor de la ciudad que en general se
nutre con los visitantes, tanto los naturales de la región, como los que hacen
un largo periplo para gozar de las bellezas naturales de la urbe, de la
cordialidad y caballerosidad de sus habitantes, y para participar en los distintos
eventos que para las fechas se patrocinan.
Por su parte la
ciudad gana en promoción, al ayuntamiento le ingresan buenos recursos que son
empleados transparentemente para gastos propios, cubriendo obligaciones que por
ley deberían pagarse con dinero que constitucionalmente le debe transferir la
nación y que por razones políticas y anti constitucionales, le niega.
Los comerciantes,
empresarios y micro emprendedores, se benefician pues pueden promocionar sus
productos, ideas y servicios, llegando a un público mucho más amplio y con
ánimo de inversión.
En resumen la Feria
Internacional del Sol, que ahora arriba a su 49 edición, en un momento álgido para
el devenir nacional, cuya crítica situación no admite celebraciones, es una
excelente oportunidad para que Mérida crezca, se muestre, generé ingresos y se
destaqué como potencial turístico y recreacional, a la par de las grandes urbes
mundiales. Por tal razón resulta mezquino un pronunciamiento contrario, aunque pertinente
en el ámbito de la pluralidad de juicio que defendemos desde nuestra postura democrática.
Es pertinente
exhortar pues, a quienes aún se niegan egoístamente a permitir esta oportunidad,
para que aporten entonces su grano y su idea, expliquen cómo lograr la
proyección y los ingresos que se requieren y se posicione a la ciudad como el
potencial que se ha forjado en estos 49 festejos anteriores.
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