Monseñor
Luis Enrique Rojas, obispo auxiliar de Mérida
*** El rezo del
Rosario ha sido siempre una forma de vencer el mal, de acabar la oscuridad, de
ganar la libertad. Se hacen iluminados, cantados, meditados, pero la noche del
pasado miércoles, el obispo auxiliar de Mérida dirigió uno lleno de esperanza,
luz en medio de la oscuridad y fervor mariano.
Euro Lobo
SSCC / CNP: 12.112
(Mérida / Especial).- La desesperanza que ha marcado
a los merideños por vivir más 72 horas continuas sin luz eléctrica, fue interrumpida
la noche del pasado miércoles, cuando en las Residencias Cardenal Quintero, el obispo
auxiliar monseñor Luis Enrique Rojas, salió a la ventana de su apartamento e
inició el rezo del “Rosario por la Libertad”.
Desde el
lunes 25 de marzo, cuando el segundo apagón nacional interrumpió la vida normal
de los merideños, las preguntas se iniciaron y los vecinos de los distintos
sectores comenzaron a mostrar una tristeza arropadora, ya este miércoles ni
siquiera esperaban la normalización del servicio, que en otras partes del mundo
es habitual.
El prelado
local, preocupado por sus feligreses, se asomó a la ventana del apartamento
donde reside en “la Cardenal Quintero”, una de las zonas más golpeadas, no solo
por el apagón, sino por la represión en los momentos álgidos, e inició una oración
que sumó a todos los que se asombraron, a quienes se esperanzaron y a quienes
no creen, pero que vieron un momento de sosiego en el encuentro divino.
Con el pasar
de cada cuenta de la camándula, el purpurado se sorprendió al ver que cada
ventana encendía una vela, un Ave María representaba una luz en la oscuridad y
marcaba la respuesta al saludo del Ángel a María. “En las letanías, les pedí que no me las
respondieran con el ‘ruega por nosotros’, sino que mientras yo las rezaba, todos
sonaran bien fuertes sus cacerolas”, contó monseñor, quien narró que el sonido
fue ensordecedor, “llegaba como oración al cielo y no tienes idea cómo sonaron
las cacerolas más de una hora, fue impresionante”.
Sin duda,
la luz eléctrica no llegó, era de esperarse, pero los vecinos sintieron una paz
que iluminó sus almas, una forma de vencer la oscuridad, aseguró el obispo,
quien para este jueves hará un viacrucis “sin exponer a la gente en la calle de
noche, pero haciéndonos sentir y pidiendo nos devuelvan la luz, el agua, el
gas, la gasolina y todo lo que nos han quitado”. (28/03/2019).-
Indudablemente nuestra madre celestial intercede siempre por nosotros ante nuestro Señor Jesucristo. Venezuela pronto resplandecer.
ResponderEliminarDios con nosotros a cada hora y momento. Venezuela esta llena de fe y esperanza. Jesus en voz confío.
ResponderEliminarDios siempre con nosotros y de la mano de nuestra madre Maria,vamos a lograr la libertad.Fuerza en la adversidad y perseverancia en la oracion.
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