Ejemplo de humildad, cercanía y celo apostólico
Ahora V Obispo de San Carlos, Monseñor Alexander Rivera sembró y cosechó en Mérida, amistad sincera, ejemplo humilde, obediencia comprometida y amor pastoral,
Euro Lobo SSCC / CNP: 12.112
Mérida / Especial.- Con la alegría del servicio en Cristo, los feligreses católicos merideños despidieron este sábado, en solemne eucaristía a Monseñor Alexander Rivera Vielma, quien ha sido nombrado como V Obispo de San Carlos Cojedes y que siendo natural de Mérida, ejerció diversos servicios en la Arquidiócesis andina.
La celebración tuvo lugar en la Basílica de La Inmaculada Concepción, Catedral de Mérida, fue presidida por Monseñor Alexander Rivera, mientras que Monseñor Helizandro Terán, Arzobispo Metropolitano, le acompañó desde el reclinatorio.
Una nutrida representación del claro local, grupos apostólicos y feligreses en general se hicieron presentes para acompañar al apreciado pastor en su despedida de la Arquidiócesis de Mérida.
Monseñor Alexander Rivera nació en la ciudad de Mérida en 1974, creció en La Azulita, municipio Andrés Bello, inicio sus estudios en el seminario San Buenaventura en el año 1991, hasta su ordenación presbiteral el 19 de septiembre de 1998.
Es Licenciado en Derecho Canónico, y en Ciencias Gerenciales, habla español, italiano y latín.
Ocupó cargos en parroquias como Santa Lucía de Mucuchíes, Santa Bárbara de Guaraque, Nuestra Señora del Carmen en Santa Cruz de Mora, Santa Lucia de Timotes, Jesús Maestro parroquia Universitaria y San Miguel de El Llano.
Fue formador y rector del Seminario San Buenaventura de Mérida, Juez del Tribunal Eclesiástico de Mérida y finalmente Vicario General de la Arquidiócesis.
El 25 de mayo de 2025, el papa León XIV lo nombró V obispo de la Diócesis de San Carlos, estado Cojedes, por lo que los Merideños le despidieron con afecto fraternal, unidos en oración para que su ministerio pastoral, de los frutos que Dios ha encomendado.
En su homilía Monseñor Rivera expresó "siento el orgullo sano de haber pertenecido a un presbiterio formado, un presbiterio también con limitaciones y mucho por crecer y aprender, un presbiterio obediente que no es problemático, tampoco es perfecto, un presbiterio con el que se puede trabajar. Quiera Dios y sigan creciendo cada día, más que en número y en valores".
Finalizó encomendándose a la protección de María, bajo la asociación de La Inmaculada, patrona de Mérida y de San Carlos, Diócesis que ahora pastoreará, "Cuando se ama y acontece la alegría, los planes que Dios tiene para con nosotros se asumen con la certeza de entregarse por el Evangelio a sabiendas de que no todo será fácil, pero es su obra, no hay garantía de que las dificultades no van a existir, pero sí la garantía de que Dios nos acompaña y el yugo será suave y llevadero. ustedes son mis amigos...a ustedes los llamo amigos"." (16/08/2025).-
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