Monseñor Helizandro Terán, Arzobispo de Mérida
Al celebrar la
solemnidad del miércoles de Ceniza, el Arzobispo de Mérida recordó que al
imponerse de este símbolo, cada cristiano debe asumir con responsabilidad su intención
de revisar su vida y ponerla en sintonía con lo que dice el Evangelio de Jesús
Euro Lobo SSCC / CNP: 12.112
Mérida / Especial.- “La Cuaresma es un tiempo
privilegiado para contrastar nuestra vida con el evangelio de Jesús”, afirmó el
Arzobispo metropolitano de Mérida, Monseñor Helizandro Terán, en la celebración
de la Solemnidad del Miércoles de Ceniza, la cual se realizó en la Catedral
emeritense.
Puntualizó
que más allá de tradiciones religiosas, la cuaresma “debe ser un tiempo para
establecer una comunión de vida con nosotros mismos y ver si nos estamos
convirtiendo de verdad al camino que Jesús nos muestra en el evangelio”.
Aseguró que
“la oración, el ayuno, la penitencia, son canales para lograr esta conversión”,
y reflexionó sobre la importancia de practicar la caridad “sobre todo en los
tiempos actuales de nuestra patria, a la cual se le debe sumar a la solidaridad
con el que nada tiene”.
Recordó que
la imposición de la ceniza, con la que se da inicio a la cuaresma, “va más allá
de una simple tradición”, e invitó a que personalmente cada uno se cuestione, “¿para
qué te vas a poner la ceniza?”.
Catequizó sobre
el significado de este símbolo, y dijo que “la ceniza es un símbolo que indica
que yo asumo un cambio de vida, que estoy dispuesto a examinar cómo va mi vida
y acomodarla al Evangelio de Jesús”.
Finalizó enseñando
que la ceniza “no hace milagros, no salva, no justifica, es solo un
sacramental, un signo exterior de un compromiso interior que cada uno asume
ante Dios de querer cambiar de vida. 22/02/2023.-