Consagrado
obispo auxiliar de Mérida.
Monseñor Luis Enrique Rojas, “Ser sacerdote
y obispo en este momento en Venezuela, ha sido mi mayor bendición.”
*** Una emotiva ceremonia que
copó la Catedral de Mérida, fue el marco para la ordenación episcopal de quien
hasta este viernes, fue el Padre “Kike” y que ahora pretende con humildad, ser
pastor de la feligresía merideña.
Euro Lobo SSCC /CNP: 12.112
(Mérida / Especial).- “Vamos a
continuar siempre al lado de nuestra gente, respondiendo a sus necesidades,
escuchando los clamores de nuestras ovejas que Dios nos ha confiado como
pastores”, así se expresó Monseñor Luis Enrique Rojas Ruiz, ordenado Obispo la
mañana de este viernes 29 de Septiembre, en la Basílica Menor de la Inmaculada
Concepción, Catedral de Mérida.
16
obispos y más de un centenar de sacerdotes, se hicieron presentes en esta
ceremonia que, también se enmarcó en la celebración de los 102 años del natalicio
del Siervo de Dios y Arzobispo Emérito de Mérida, Miguel Antonio Salas, los 50
años de ordenación sacerdotal y los 25 años de arzobispado de su Eminencia Reverendísima
Baltazar Cardenal Porras.
La ceremonia
en la que Monseñor Rojas Ruiz fue ungido con el Santo Crisma, donde recibió los
símbolos episcopales, anillo, mitra y báculo, fue presidida por el Cardenal Porras
Cardozo, lo acompañaron Monseñor Luis Azuaje, 1er Vicepresidente de la
Conferencia Episcopal Venezolana y Monseñor Alfredo Torres, Obispo de Apure.
La ceremonia
fue “una manifestación de fe y de cariño” aseguró el Príncipe de la Iglesia,
Cardenal Porras, quien afirmó que la presencia generosa del pueblo merideño, de
los obispos y sacerdotes que visitaron a la ciudad, de las autoridades civiles
y universitarias que se unieron y sobre todo, de aquellas personas que de toda
la arquidiócesis llegaron a pesar de todas las dificultades que implica movilizarse
hoy día, dejaron testimonio del Amor Misericordioso de Dios para con un pueblo como
el merideño.
Monseñor
Luis Enrique Rojas, natural de Mérida, de la cuenca del Chama, 4to obispo
auxiliar del Cardenal Porras, fue pródigo en agradecimiento, a Dios, a sus
padres, a su pastores, en especial a aquel que cuando el neófito obispo era
joven, visitó el liceo “Andrés Eloy Blanco” de El Chama, en el que estudiaba y
le sorprendió jugando básquet con los demás jóvenes, “ese detalle empezó por
despertar en mi una curiosidad por el seminario”, contó emocionado el prelado,
haciendo alusión a quien para él, es pilar fundamental de su vocación, el
Cardenal Porras Cardozo.
Culminó
Monseñor “Kike” reconociendo las virtudes del clero merideño y solicitándoles, su
oración y su apoyo, comprometiéndose a trabajar con humildad para ser un pastor
cercano, como el mismo Papa lo pide, “un pastor con olor a oveja” (29/09/2017).